-¿Dónde estabas?
-Me he dormido.
-¿Y con cuál de los dos has soñado?
-¿Qué narices dices?
-Que con quién has soñado, con Scorpius o con James.
-No he soñado con nadie.
Terminaron de cenar y fueron a la sala común.
-Abril, duermes como un angelito.-Dijo Juan cuando las dos entraron.
-¿Me has visto y no me has despertado?
-Si.-Dijo riéndose.
-¡Mañana fin de semana!-Dijo una chica sentada en el sillón más cercano a la chimenea.
Todos se fueron a dormir.
A la mañana siguiente Abril se despertó y esperó a Lucía en la sala común, pasó media hora hasta que su amiga bajó.
-¿Has dormido bien no?
Su amiga asintió y bajaron a desayunar.
No había casi nadie pero Mcgonagall les hizo aparecer algunos dulces en el centro de la mesa de Ravenclaw.
Terminaron de desayunar y fueron de vuelta a la sala común de Ravenclaw a pasar el tiempo.
Pasaron unas horas y veían pasar a todos los alumnos de Ravenclaw y bajar a desayunar, cuando todos bajaron un profesor fue a vaciar toda la sala común.
-¡Todos fuera!Podréis volver en cuanto terminéis de comer.
Abril y Lucía fueron las últimas en bajar, ya que estaban buscando sus bufandas.
Las dos bajaron al patio y se quedaron hablando hasta la hora de comer, fueron al gran comedor y se sentaron junto a todos sus compañeros.
-Esta comida está deliciosa.-Dijo relamiéndose Lucía.
Terminaron de comer y las dos subieron corriendo a la sala común y empezaron a hacer los deberes que no habían hecho esa mañana.
Al la hora sonó la puerta y Abril fue a abrirla.
-¿Qué pasa?-Preguntó al ver quién era.
-Pensé que era buen momento para las clases de pociones.
-¡Ah! Claro pasa.
Cuando la Ravenclaw se dió la vuelta su amiga no estaba, estaba ella sola con Scorpius.
El Slytherin se sentó en el sofá más grande y sacó sus libros del año pasado.
-¿Por dónde quieres que empecemos?
-Ahora estamos con las pociones de edad.
Scorpius abrió el libro por una página a la azar y empezó a buscar la página que correspondía.
-Es la página 92.-Dijo la Ravenclaw adelantándose.
-¡Qué rápida!-Los dos empezaron a reírse.-Tienes una sonrisa fantástica Abril.
-Gra-gra-cias...
Scorpius hizo una maniobra para que ella no evitara sus ojos y la miró fijamente, Abril recordó su besó con James, eran los mismos ojos que había visto en aquel beso.
-Bueno, ¿Seguimos?-Dijo Abril cuando logró salir de la hipnosis.
La clase siguió normal, sin ningún "incidente" más.
La Ravenclaw le abrió la puerta y justó delante estaba James.
-¿Qué haces aquí Malfoy?-Dijo en un tono desafiante.
-James por favor.-Dijo Abril tocándole el hombro.
-Con estos libros de segundo año de pociones en mi mano me acabo de liar con ella.-Dijo Scorpius con el fin de ponerle más nervioso.
-Seras...-James cerró los puños y se acercó hacia él.
-¡Ni se te ocurra James Sirius Potter! Él simplemente me estaba ayudando con pociones.
James se paró en seco y relajó su mano.
-¿Y por qué no me lo dijiste?
-Que seas mi novio no significa que tenga que contarte cada cosa que hago. ¿Sabes?
Abril entró corriendo a la sala común de Ravenclaw y cerró la puerta de un portazo.
-¿Sois...?-Dijo Scorpius sorprendido.
-Sí, y ya te puedes ir acostumbrando.~En la sala común de Ravenclaw.~
Abril empezó a llorar desconsoladamente y Lucía se sentó junto a ella.
-Ven, vamos a la habitación.
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