Slave. [Thorki lemon]

I. No eres quien solías ser.

<<Jamás pensé que explotarías un lado tuyo tan distinto. Puede que sienta algo de temor>>

Yo no tenía planeado esto. Yo...solo quería el reconocimiento de todos como rey. ¿Porqué vivir bajo la sombra de un tonto que parece animal, quien solo piensa en pelear, beber y pavonearse por ahí como el gran heredero de Asgaard? Yo soy superior, mi fama me precede. Pero incluso alguien tan superior como yo, no podía hacer nada contra el acoso que estaba sufriendo en mi propia casa. Empezó cuándo apenas tenía unos cientos de miles de años, estaba en una etapa de juventud y torpeza, siempre bajo el exagerado reconocimiento de mi hermano mayor...o el que era, al menos hasta que SU padre me dijo la verdad. Ese...idiota ha estado bastantes milenios andando por ahí con su martillo ridículo presumiendo de la fuerza que tiene y de su derecho a gobernar Asgaard. Odín y Frigga siempre lo prefirieron y ya sabía por qué: todo cobró sentido cuándo en Joutenheim, como siempre jalado por su deseo inacabable de sangre y brutalidad, peleamos a la par, y descubrí que mi piel se ponía azul al contacto con cualquier cosa que tuviera que ver con los gigantes. Resulta que era el hijo del gigante Lauffey, una herramienta más en los planes de Odín. Era obvio que esto me iba a molestar mucho...porque de no ser por su estupida decisión, yo gobernaría y quizás pudiera conquistar otros mundos. En cambio, se me crió para ser el reemplazo del bestia que se hacía llamar mi hermano. Tras todo, acabé aquí, encerrado en una maldita celda, donde se me acusa de cosas graves. Sí, intenté conquistar Midgard e imponerme sobre esas criaturas que son como insectos para mi. Pero que a Thor le pareciera buena idea juntarse con ellos y acabar con mi plan...definitivamente mi deseo más grande es vengarme. Frigga apeló por mi para hacerme la estadía más "agradable"... tengo de todo: libros, muebles suficientemente cómodos y algo con que escribir. Ni mis trucos más sofisticados han podido ayudarme a escapar, así que decidí estudiar formas nuevas y posibles.

Fue un curioso día particularmente agitado en las celdas que mi hermano se me apareció como visitante. Acababa de llegar de una misión en Vaneheim, y yo estaba leyendo un poco para distraerme de todo ese alboroto de alrededor.

"¿Y a qué debo el honor de tu visita?", la frase llena de sarcasmo para recibirlo fue lo que mi boca pudo pronunciar.

"¿No puedo visitar a mi hermano aquí abajo?", fue lo que me respondió el muy cínico. Ya habían pasado dos años y jamás había ido a verme. Claro que no sabía que llevaba la cuenta puntualmente, eso sería muy penoso hasta para mí.

Tenía una estúpida sonrisa en la cara. Pero si quiere jugar, puedo jugar. "Muy bien, despertaste mi curiosidad...Perdón si no te hago una reverencia, futuro rey. Pero temo que en mis condiciones actuales una falta irrespetuosa no hará diferencia." Mis palabras eran definitivas para hablara su asunto y luego se largara.

"Sí vine a hablar de un asunto contigo...creo que te interesa.", al menos consiguió llamar mi atención, pero intenté no parecer tan deseoso de saber sus intenciones conmigo. "Imagino que esto te vuelve loco, ya sabes...estar aquí sin saber qué será de ti. A madre se le acaban los favores para tenerte cómodo."

Solté la risa baja que estaba aguantándome mientras lo escuchaba. Guardé silencio un momento, y me acerqué hasta el muro que nos separaba. "¡No tienes...!" Oh, no...más suave, Loki. "No tienes idea de lo que es estar aquí", dije finalmente. Noté que golpee fuerte aquél cristal. Casi me saca de mis casillas.

Su cara se tornó seria, se le borró la sonrisa idiota. Lo miré a los ojos...también eran diferentes.

"Loki...Padre de todo va a ejecutarte."...Sus malditas palabras me cayeron como agua fría. Apreté el libro en mis manos. Me tensé un poco. Tragué saliva, hice de todo para contenerme.

"Y pensé, hermano, que no tenías sentido del humor.", y volví a reír, más fuerte esta vez. 

"Es la verdad. Olvidas que es Rey, y Padre de Todo. Puede hacerlo, y lo hará. Madre está atada de manos" ¿Puede hacerlo? Y la tortura ésta de encerrarme tanto tiempo, ¿qué? ¿A qué jugaba Odín?...Estaba absorto en mis pensamientos que casi no escucho el mismo cuento de siempre..."Tus crímenes son graves, hermano. Incitaste una guerra contra otros mundos. Ejecutaste personas, incendiaste ciudades enteras. Traicionaste al trono, a tu rey e intentaste tomarlo."

"AGH, ya basta con ese absurdo cuento de siempre." Arrojé el libro que tenía en las manos, y me di media vuelta. No quería ya verlo "Siente derecho a decidir sobre mí, como si el no hubiera cometido tantos pecados como yo. ¿Qué esperaba, Thor Odinson? Me robó la niñez y mi destino. No compartimos la sangre, y alguna vez luché hombro a hombro contigo. Seguí todas sus ridículas tradiciones y siempre me mantuve a tu sombra.". Y vaya que lo odiaba. Me hervía la sangre cada vez que recordaba por qué hice todo un escándalo, como ellos suelen llamarlo.

"Justo eso. Debe tener la entereza de castigar a todo aquél que lo desafíe como rey que es. No puede tener preferencias, y por si lo olvidaste...fue tu culpa que a mi me castigara severamente alguna vez." Lo miré de nuevo, sorprendido. La expresión dura de su cara me decía que sin duda tomaría mi vida como castigo. "Pero como dije...el tema que te interesa. Puedo hacer algo para anular la orden de ejecución."...OH! Aquí vamos...el todopoderoso Thor, Dios del trueno va a salvarme de nuevo. Maldito narcisista. "Pero si logro hacerlo, te va a salir caro. Ni siquiera tu serías tan idiota para no temerle a la muerte y mucho menos bajo las leyes de Asgaard." Y ahí está. Pero algo había cambiado. Su expresión, los detalles de su lenguaje corporal. No era el Thor que yo conocía.

"No sé de que hablas. Nadie te mandó a salvarme", fue lo que le dije después, mientras levantaba mi preciado libro. Volví a sentarme dándole la espalda y me hundí en la lectura, aunque no prestaba atención. No escuché más que silencio y luego sus pasos alejándose.