Epílogo

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Ochenta y cuatro años después, todos murieron... No es cierto. Mentira... Unos cuantos meses después...

Washington, Estados Unidos.
Domingo 19 de Julio del 2015.
4:40 p.m.

-¿Qué es lo que hace falta? -preguntó.

-El vestuario de todos -respondió.

-¿No podríamos ir en pijama? -cuestionó con aire pensativo.

-En todo caso a ti ni siquiera te dejarían entrar al lugar -río.

-Cierto -contestó después de meditarlo un rato -. ¿Podemos salir? Me estoy aburriendo aquí.

-¿Cómo puedes aburrirte de estar organizando tu boda? -preguntó la rubia sorprendida.

-No lo sé -se encogió de hombros la chica.

-Eres caso perdido, Sherry Birkin -se burló la castaña.

Después de los acontecimientos de Alemania, las cosas habían mejorado desde entonces. Los Héroes del Mundo habían pasado un largo tiempo recuperándose de las heridas tanto físicas como psicológicas; la muestra del virus que Rebecca y Jill obtuvieron fueron enviadas a un laboratorio de la D.S.O. para investigación. Desde entonces los ataques bioterroristas habían disminuido considerablemente, podría decirse que el mundo estaba liberado de ello, aunque no bajaban la guardia.

Era verano, el escenario perfecto para ver como los Héroes gozaban de unas merecidas vacaciones y que otros disfrutaban de su retirada.
Jill y Chris se habían retirado de su trabajo pesado como soldados después de haber contraído matrimonio al igual que Leon y Claire, pero eso no implicaba que a pesar de todo no estuvieran dispuestos a salvar a todos cuantas veces sea necesario. Se encontraban reunidos en la casa de campo del mayor de los Redfield muy cerca de un lago, el lugar perfecto para vacacionar todos en familia. Las chicas estaban reunidas en la sala de estar discutiendo los asuntos sin atender de la boda de Jake Muller y Sherry Birkin. La propuesta de matrimonio había dejado sin habla a la pequeña, y a quién no.
Un par de noches después de llegar a la casa de campo, los mayores habían dejado a la joven pareja a solas mientras ellos iban por la cena. El pelirrojo había aprovechado esto para hacer su propuesta; en la sala de estar había un gran piano de cola, el chico tomó asiento en el banco y buscó su inspiración. La chica lo estaba observando un tanto interrogante, Muller sólo miraba las teclas, hasta sentir la mirada de Sherry. En ese momento sus ojos se encontraron y ¡Bingo! Encontró su inspiración. Jake comenzó a tocar lento, volveo hacía la rubia y con un gesto le indicó que se sentará a su lado. Ella obedeció. El chico volvió a tocar; interpretó una de las canciones que sabía que era de las favoritas de Sherry, "A Sky Full Of Stars" de Coldplay. Al terminar le había hecho la pregunta que tanto miedo le costaba pronunciar. La respuesta a esa cuestión ya la saben. El anillo en el dedo anular de la mano de Sherry lo decía todo.

-Entonces, ¿salimos o no? -preguntó la pequeña Birkin.

-Vamos pues -contestó Claire negando con la cabeza varias veces, al ver como la rubia y la castaña literalmente salían corriendo.

Afuera, los hombres de la casa disfutaban del fresco aire veraniego contemplando las pequeñas olas del lago, sentados en unas sillas, con lentes de sol, charlando sobre nada en especial y bebiendo unos refrescos. La más viva imagen de la tranquilidad. Para esos tres sin duda las vacaciones eran vida. Pero su bella tranquilidad se vio interrumpida cuando Sherry y Rebecca llegaron corriendo.

-¡Vamos a jugar! -exclamó la rubia tomando un balón de voleibol.

-Mañana -respondió Redfield mientras acomodaba sus lentes.

-Vamos Redfield, deja la pereza para después -comentó Valentine llegando al lugar junto con Claire.

-No quiero -respondió con un puchero.

¡Hey Superchica! TE AMO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora