Mi vestido era de color rojo, con un listón que cruzaba la cintura, y terminaba en la parte de atrás en mi espalda baja. Mi cabello había sido peinado en una trenza torcida por un peluquero, y habían joyas en mis dedos y muñecas.
Bueno, "joyas". Era todo de fantasía, pero era bonito.
Estaba muy contenta, faltaban tan sólo cuatro horas para el quinto aniversario de So Jung y yo. Me miraba en el espejo y me sentía satisfecha, lo mejor de todo era que no sólo me había vestido así para So Jung, sino, que también me había vestido así para mi.
Y sí, me veía bonita.
Aún no podía creer todo el tiempo que había pasado estando juntas, sonreía como una boba, y me observaba en el espejo, no podía creerlo. So Jung me había dicho que tenía una sorpresa para mi, y estaba más que emocionada. Cada sorpresa, de cada aniversario, era aún mejor que la anterior.
Ya no podía esperar a el sexto, el séptimo, el décimo. Y hasta el aniversario número cincuenta. Todos los días de mi vida, eran los mejores, y todo por culpa de So Jung.
Ella hacía mis días mejores, siempre los hacía mejores. Me divertía con ella, hacía nada con ella, tenía el mejor sexo de mi vida con ella.
Y estaba bien, todo eso estaba bien.
Mientras que mis dedos se entrelazaran con los de ella, y sintiera que encajan a la perfección, todo estaría bien. Mientras que ella siguiera besando mis labios, los mordiera, los lamiera, los chupara, y todo lo que quisiera hacer con ellos, todo estaría bien. Mientras que sus caricias siguieran, en mis cabellos, mis piernas, mi cintura, mis mejillas, todo estaría bien.
So Jung era todo lo que estaba bien para mí.
Y no había nada, ni nadie que me separara de ella. Eramos ella y yo contra todo y todos, lo demás no importaba mientras estuvieramos juntas, y estaba bien. Si ella se quedaba conmigo hasta el fin de mi vida, todo estaría bien. Y jamás me voy a enamorar de alguien en la vida como me he enamorado de ella, jamás.
Continuaba mirándome en el espejo cuando escuché a alguien caminar a la habitación, corrí a colocarme perfume a velocidad de la luz, y regresé a mirarme en el espejo. Alguien había tocado la puerta, yo sabía de quien se trataba.
— Puedes pasar.
Escuché la puerta abrirse con lentitud, y luego cerrarse. Digo que escuché porque no me atreví a ver, So Jung era hermosa, y yo me quedaría boquiabierta si llegaba a verla. Continué mirándome en el espejo, y cerré mis ojos en cuanto vi en el espejo como rodeaba mi cintura y apoyaba su menton en mi hombro. Dejó uno, dos, tres besos en mi cuello.
— Te ves hermosa. — susurró en mi oído.
Yo sonreí aún con los ojos cerrados, la había visto, y se veía deslumbrante.
Llevaba un vestido azul super señido que le llegaba hasta los talones, y dejaba mucho a la imaginación. Acaricié sus brazos y manos, disfrutando de sus besos.
— Tú igual.
— ¿Ya estás lista? — volvió a murmurar.
Dios, no quería abrir mis ojos, sólo quería empujarla a la cama que estaba justo detrás de nosotras, y hacerle unos cincuenta hijos. Ya no quería salir, no me importaba la sorpresa, su cuerpo me estaba volviendo loca.
— Si, lo estoy.
— Entonces vámonos, hay un taxi afuera esperándonos como hace unos diez minutos.
— ¿¡Y por qué no me dijiste!? — reaccioné.
Me voltee y tome su mano para salir de la habitación rechistando, llevándola fuera y cerrando la puerta. No alcancé a llegar más fuera del pasillo, algo me lo impedía.
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El Arte de Morir. - Wonha. (Artes #1)
FanficC O M P L E T A . Imagínate. Llevas una vida de ricos, con muchas comodidades, siendo alabada y respetada por todos, teniendo todo lo que quieres en la palma de tu mano. Y un día todo eso se desvanece con sólo un chasquear de dedos. ¿Qué hace...