Aún recuerdas... ¿Esas veces en cuándo eras niño o niña? Cuando jugabas y corrías por todas partes, con tus juguetes o simplemente con lo que tenías a la mano en ese momento...
Esos tiempos, dónde las preocupaciones no existían, y lo único que de verdad dolía eran los raspones y moretones. Yo no sabía lo que se sentía tener amigos desde ser niña. Siempre viví rodeada de seguridad, de gente que no conocía, a los cuales les pagaban por protegerme y prohibirme cosas.
Siempre fui alguien alabada y respetada por todos, llena de responsabilidades, atareada y distraída.
Simplemente me hubiese gustado llevar otro tipo de vida... Fui adinerada, muy rica, cosa que muchos desearían, y yo encantada hubiera dado a cambio de una vida normal. No digo que no me gustó, pero no me sentía la persona indicada para ese tipo de trabajo. Era un desastre en la mayoría de aspectos, y todos en el palacio lo sabían.
Finalmente; el momento crítico de mi vida, en donde las cosas empiezan a salirse de su propio control. El momento donde las cosas que pasé en toda mi vida, ya no tenían sentido alguno y empecé a cuestionarme el porqué de aquello, y porqué yo tuve que ser. Porqué viví para servir, pero a la vez para defraudar.
Y ahí es cuando decidí que quería abandonar a mi propio yo, a lo que soy y lo que fui, a lo que me dediqué, a lo que iba navegando en mi propia sangre. Todo aquello que era mi día a día, ya no tenía un propósito, y me hundí en mi propia desesperación infinita. Aquello en lo más rotundo de mis pensamientos, que pensé que jamás se me cruzarían por la cabeza.
Jamás, jamás decidí que aquello pasara, jamás me cuestioné el porqué mi vida no fue como quería. Y es entónces, que ya no quise vivirlo para contarlo, y la única salida era ser una cobarde y huir de lo que me deparaba la vida.
¿Entónces qué? Era suficiente con ser sólo polvo galáctico, y desaparecer. Hice cosas importantes, pero nadie se acordará de mi. Me equivoqué, cometí errores pésimos, pero nadie se acordará de mi.
Nacemos para morir, ese es nuestro destino.
— Damas y caballeros, con ustedes... Nuestra majestuosidad, la princesa Kim So Jung de Corea.
Déjame contarte como fue mi vida, o lo poco que disfruté de ella.
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El Arte de Morir. - Wonha. (Artes #1)
Hayran KurguC O M P L E T A . Imagínate. Llevas una vida de ricos, con muchas comodidades, siendo alabada y respetada por todos, teniendo todo lo que quieres en la palma de tu mano. Y un día todo eso se desvanece con sólo un chasquear de dedos. ¿Qué hace...