trece

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Seguimos corriendo. Los médicos van cayendo lentamente detrás nuestra. Salto un tronco y algunas rocas que se encuentran cerca de un riachuelo. Harry corre rápido por delante de mí. Parece como si pudiera correr eternamente y nunca agotarse.

Rodeamos una esquina y las sirenas de la policía se disipan lentamente.

- ¿Los hemos perdido? -pregunto, me dejo caer sobre el suelo e intento tomar bocanadas de aire.

-Sí, pero nos encontrarán de nuevo -admite poniendo nuestras pertenencias encima de una roca y echándose a dormir contra un tronco.

Asiento. Harry tiene razón, tarde o temprano la policía acabará rastreando todo el estado en mi búsqueda.

Pongo una de las sábanas sobre el suelo y utilizo la otra para tapar el cuerpo de Harry y el mío.

- ¿Sabes? -Susurra Harry en mi oído cuando los dos nos acostamos sobre el frío suelo-. Está demostrado que cuanto más cerca estás de otro humano recibes más calor.

Sonrío con malicia contra la sábana y me giro hacia la derecha para apreciar su rostro.

Harry se mueve hacia mí por debajo de la sábana y deja que descanse mi cabeza sobre su pecho. Su cuerpo es cálido, tan cálido que pronto tengo calor.

-Harry -digo en un tono de voz bajo contra su camiseta blanca.

Sé que sus ojos están cerrados, pero no está dormido.

- ¿Sí? -me contesta, su voz suena áspera y cansada.

- ¿Qué es lo que me sucederá si me encuentran? -le pregunto trazando con mis dedos a lo largo de las golondrinas que tiene tatuadas cerca de la clavícula.

- ¿De quiénes estamos hablando?

-Los médicos...

-No te van a atrapar. Ni Damian.

Me separo un poco de él.

- ¿Qué es Damian? -le pregunto, necesito respuestas y las necesito ahora.

Harry suspira.

-Damian es un ángel malvado. Trabaja para el demonio.

Sé que Damian es malvado. Sé que su trabajo es matar a personas inocentes. Pero, ¿por qué pueden morir? ¿No son inmortales?

-Puedo escuchar tus pensamientos -Harry alza una mano y la desliza por mi rostro.

-Sólo quiero saber cómo funciona todo esto... -admito jugando con mis uñas.

-Cuando eres un ángel bueno, tu trabajo es proteger a alguien... -empieza Harry poniendo sus manos detrás de su cabeza mientras se acuesta-. Mi trabajo es protegerte. Para que podamos convertirnos en personas normales en el mundo real... tenemos que morir protegiendo a nuestro humano. Si fracasas o te matan antes de que puedas lograrlo, te conviertes en un ángel oscuro.

Muerdo mi labio y asiento.

-Entonces, ¿me has estado observado durante toda mi vida? -le pregunto, me giro hacia él y me introduzco un mechón de cabello detrás de la oreja.

Harry asiente.

-Sé el aspecto que tenías cuando fuiste a tu casa por primera vez del hospital. Recuerdo cuando tenías siete años y te caíste de la bicicleta, te golpeaste en la cabeza y tuviste una conmoción cerebral. Recuerdo el vestido exacto que llevabas puesto la noche en la que tus padres llevaron a Jace a tu casa por primera vez -se detiene y me mira. Mi vista está difusa a causa de las lágrimas.

-Era de color rosa y con lunares. Estabas tan emocionada de tener un hermano... -Harry me agarra la mano y nos levantamos.

-N-nunca he pensado realmente cuánto echo de menos a mis padres y a mi hermano pequeño... -me limpio las lágrimas de mi rostro y siento mi cuerpo temblar.

Illusion h.s || Español Donde viven las historias. Descúbrelo ahora