Joel tocó la puerta del cuarto ajeno antes de abrirla y asomar su cabeza.
-¿Estas lista? -dijo con tono suave.
Emma levantó su vista y se paro, dejando apreciar un poco mas su atuendo.
Nada formal, ni exagerado. Nada lujoso, algo casual pero a la vez delicado y llamativo.
-Si.
Joel sonrió y se adentro en la habitación. Camino hasta ella y enredo sus brazos alrededor de su cintura. La beso superficialmente y con suavidad.
-Estas demasiado hermosa.
-Que cliche eres -sonrio- tu también lo estas hermoso, mi amor.
-Se nos hará tarde, vamonos -tomó su mano y ambos salieron de la habitación con una sonrisa pintada en sus rostros.
Al llegar al lugar, tomaron su mesa reservada y luego de una larga batalla, decidieron que ordenar.
-¿Que pasa si nos encuentra alguna fan? -preguntó con preocupación.
-Tranquila baby, estamos en California. Aqui no debemos ocultarnos tanto.
Emma asintió, la comida llego y ambos comenzaron a cenar con una charla nada incomoda de por medio.
La estaban pasando bien, relajados, queriendose y disfrutando. Todo estaba saliendo bien.
El mesero que iba y venia atendiendo a otras mesas, no dudaba en aprovechar cada vez que podia para echarle una miradita traviesa a Emma.
Joel lo había notado desde que llegaron y su limite de tranquilidad de había excedido.
-Oye, ven aqui -llamó al mesero, el cual se acerco elegantemente.
-Si, señor.
-Ella -apuntó- mi novia -se apuntó a si mismo- tu -lo apunto- te quedaras sin pene si la sigues mirando.
-Joel -susurró tratando de regañar.
-Esta bien, entendí -el chico alzó sus manos en señal de paz y se retiró cargando con la mirada matadora del rizado.
-¿Porque hiciste eso?
-Era necesario -dijo volviendo a su plato.
-¿Ahora quien esta celoso? -sonrió llevando la copa hasta su boca.
-No estoy celoso. Solo te cuido.
-Uhm.. como digas.
-Esta bien, me molesta que miren a mi mujer, ¿cual es el problema?
-¿Y por eso tuviste que decirle que le cortaras la verga? -preguntó riendo.
-Si -se encogió de hombros masticando el trozo que había metido en su boca.
La cena transcurrió normal y luego del postre, ambos fueron a un parque que estaba a unas cuadras.
Joel sabia que estaba corriendo el riesgo de que alguien lo vea y lo descubra con Emma, pero esa noche no se preocuparía por ese tipo de cosas.
Solo quería disfrutar junto a su novia tratando de olvidar cualquier obligación o problema que pudiese tener.
El parque se encontraba vacío y eso alegro al rizado, ya que podría estar libre y sin cuidar de su imagen.
Caminaron por todo el lugar hablando desde los temas mas importantes hasta cualquier tontería que pudiesen pensar.
Se sentaron en el frío cesped y se dieron besos y caricias a la luz de los faros, siendose felices el uno con el otro.
Tuvieron que volver al hotel cuando una fuerte tormenta se desató.
Ambos llegaron con el cabello y prendas de ropa mojadas. Fueron directo a la habitacion de Emma.
Joel fue el ultimo en cerrar la puerta y luego de hacerlo se quito la chaqueta y la sostuvo en su mano mientras se acercaba a su novia.
Fue un impulso o quizás solo fueron ganas, pero la tomo por la cintura y comenzó a besar sus labios.
Sus bocas comenzaron a disfrutarse entre si y la pasión crecia en ambos cuerpos. Joel dejó caer su chaqueta para poder acariciar la cintura de la chica mas plenamente y con ambas manos.
Se encaminaron hacia la cama sin despegar sus cuerpos, mientras tanto Emma iba desprendiendo los botones de la camisa de su novio, hasta quitarla por completo. Joel se sentía más enamorado que nunca y tenía la necesidad de hacerle el amor.
Ella lo noto al instante y ni siquiera pensó en oponerse, también quería hacerlo.
Se recostaron en la cama y poco a poco la ropa fue cayendo al suelo.
Joel mordisqueo el cuello de su novia, lamiendolo un poco. Bajo sus besos por todo su cuerpo y acaricio sus piernas para luego volver a su boca y besarla profundamente.
Se separó y bajo su mirada hacia abajo, observando mientras alineaba su punta en la entrada de la chica. Se hundió en ella con cuidado, despacio y volvió a mirarla a los ojos mientras comenzaba a moverse en un lento vaivén.
Emma cerró sus ojos sumergiendose más en el placer y tiró su cabeza hacia atrás mientras sentía como el rizado la llenaba hasta el fondo.
Comenzó a jadear cuando Joel aumentó la rapidez de sus movimientos y soltó gemidos cuando salía y entraba con mucha más velocidad y fuerza.
El rizado gruñó dando unas estocadas más hasta correrse dentro de ella.
Emma jadeo con cansancio mientras sentía el líquido caliente llenandola, y no duro mas en alcanzar su orgasmo también.
Joel sonrió besandola y salió de ella para luego recostarse a su lado, con la respiración un poco agitada.
-Te amo -soltó el rizado ladeando su cabeza hacia su novia.
Lo miró por unos segundos sintiendo miles de emociones y lo lindo que se sentía escucharlo decir eso.
Desde que se volvieron a ver y desde que estan juntos Joel jamás se lo dijo, sabía que quizás era porque no lo sentía aún y su corazón latio fuerte al escuchar salir esas palabras de su boca.
-También te amo -respondió.
Y era verdad, ella también lo hacía.
¿Tengo que dejar de escribir cosas tan tiernas?, si.
No me convencio este capitulo, pense que iba a lograr algo mas fluido y largo pero no pude.
Mil perdones, ya se que escribo para la mierda❤.
