Ok, perdón

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Todos en algún momento hemos caído en la friendzone, o la zona del amigo por si no manejas inglés. Ningún mortal quiere caer ahí; de hecho, nadie se lo desea ni a su peor enemigo. Suele suceder que cuando le 'declaras' tu amor a una bella señorita, ésta termine rechazándote o, como se dice popularmente, choteándote de la manera más educada (o cruel) posible, aunque los hombres tampoco se quedan atrás. Recuerdo que luego de estar detrás de una chica por casi un año, y cuando reuní el valor suficiente para poder expresarle lo que sentía, ella me mandó a la friendzone alegando que había vuelto con su ex pareja. Afortunadamente, no llegué a decirle nada ¿Se imaginan lo que habría pasado? Probablemente ya no seríamos amigos. No es por parecer dramático, pero la verdad es que este tipo de situaciones afectan la amistad; ya no sabes si esa persona solo te ve como un amigo o si aún aguarda la esperanza de que le hagas caso. Hay que reconocerlo, por lo menos una vez hemos caído en ese terrible lugar, ya sea porque (el o ella) te ve como un buen amigo, ya tiene pareja, o simplemente porque no tienes simpatía ni carisma. Algo así me pasó, aunque esta vez estuve del otro lado.

Recuerdo que hace unos años conocí a una chica. Evelyn era dulce y tierna; no parecía ser una persona que se enoje con facilidad. Nos hicimos amigos rápidamente y conversábamos casi a diario. Me gustaba pasar tiempo con ella, así sea solo por Facebook. Todo iba bien hasta que empezó a decir cosas lindas sobre mí. En realidad no tenía problema con que lo haga, siempre he tenido amigas y sé que la mayoría de chicas (no todas) suele decir cosas como "¡Qué lindo eres!" o "!Qué tierno!". Claro que conforme iban pasando los días la cosa se ponía color de hormiga. Yo trataba de llevar las cosas con calma y dejar todo claro, pero eso no impidió que ella empezara a sentir algo especial. Dicen que el amor comienza con la atracción y la admiración, y ella admiraba varias cosas de mí. Siempre decía que era un buen chico, responsable y tranquilo (no, no me estoy echando flores, ella lo dijo). También dicen que el tiempo es relativo si se trata de conocer a alguien y tener algo formal. Aun cuando solo habían meses de habernos conocido, necesitaba tiempo para asimilar todo, o por lo menos prepararme emocionalmente para lo que se veía venir.

Intentaba explicarle que solo la veía como una amiga y que no estaba buscando pareja todavía. No tenía ningún problema en conocerla o salir con ella, así que todo siguió con normalidad, o al menos eso parecía. Recuerdo que un día me contó cómo le fue con su ex pareja. Nos habíamos encontrado en un Starbucks por el Centro, y mientras esperábamos el pedido, ella iba contándome que no le había ido tan bien con esa persona. En ese momento yo me sentí fatal porque no quería hacerle daño. Sabía lo que tenía que hacer, y que debía ser directo para evitar que todo siga. Lo cierto es que todos mis intentos fueron un fracaso total. Ella siempre decía que podíamos intentarlo, y que con el tiempo sentiría algo por ella. No es por nada, pero es el mismo discurso barato que suelen usar los chicos cuando quieren una chica les haga caso, alegando que "son buenas personas" y que al final terminarán juntos.

La última vez que nos vimos fue poco antes de mi cumpleaños. Como cae en una fecha más que especial, era difícil que podamos vernos ese mismo día; fue por eso que nos encontramos dos días antes. Luego de explicarle miles de veces que esto no podía ser más que una amistad, ella, resignada, me dijo que tenía un regalo para mí. Sería mi primer regalo de cumpleaños. Un regalo que solo ella pudo haberme dado, y que a nadie más se le habría ocurrido; era un póster de Yoona (mi cantante coreana favorita) de tamaño natural, casi 1.70 cm. Después de ese día no volvimos a vernos más, solo conversábamos algunas veces por Facebook.

Era genial conversar con ella, pero por momentos salía de nuevo el tema de intentarlo, darnos una oportunidad y ya no era tan lindo. Aun cuando lo decía de broma, ya no sabía si era por eso o porque de verdad esperaba que lo intentáramos. A esto me refería con dañar la amistad; ya no podía hablar con ella sin que salga el tema en medio de la conversación. Sin ningún otra solución aparente, decidí eliminarla de mi Facebook y borrar su número de mi celular. No me culpen, hice todo lo que pude para que entendiera que solo puede haber una amistad, pero nada funcionó. Solo espero que esté bien y que pueda perdonarme algún día.

¿Ya ven? uno no siempre es el choteado; hay momentos en que nos toca chotear en favor de la amistad. A nadie le gusta que lo rechacen pero tampoco es bueno ilusionar a alguien cuando sabes que no va a pasar nada. Eso es tanto como aprovecharse de los buenos sentimientos de una persona, y eso no se hace.

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