La cabeza de Riley no paró de pensar esa mañana en todos esos pensamientos sobre Maya.
Sentía algo, pero no sabía definirlo.
Sería amor? O sólo amistad?
Era Viernes, así que fueron a clase.
Cuando acabaron, quedaron para ir a dar una vuelta.
Riley notó que Maya estaba mejor, cosa que la alegraba.
Después de dar una vuelta, Riley le propuso algo a Maya.
Riley- "Maya, he estado pensando, y si vamos mañana a mi casa de campo, y te enseño a nadar?
Desde que nos conocimos sé que no sabes, y creo que es un buen momento de aprender".
Maya- "Estás segura? No sé...".
Riley- "Sí! Ya verás que aprenderás, yo estaré a tu lado en todo momento, no te pasará nada".
Maya- "Está bien, me apunto".
Riley sonrió y le dio un abrazo.
Cuando se separaron de éste, quedaron muy pegadas la una a la otra.
Sus ojos estaban clavados en los de la otra, y no mediaban palabra.
Fue algo extraño.
Hasta que Maya se separó, algo nerviosa.
Maya- "Eh... bueno, vamos a tu casa?".
Riley- "Claro".
Ya allí...
Riley- "He visto por Internet ejercicios relajantes los cuales nos podemos hacer la una a la otra.
Te vendría muy bien".
Maya- "Está bien, hagámoslo".
Maya comenzó a hacer cosquillas suaves por la cara de Riley, cosa que la relajó mucho.
Riley hizo el mismo gesto después, pero cuando terminaba, agarró la cara de Maya suavemente, y empezó a traerla hacia ella.
Maya tenía los ojos cerrados, así que no veía nada.
Riley sentía la necesidad de besarla, pero se controló y soltó su cara suavemente.
Las dos se relajaron mucho, y después se quedaron dormidas.
