Capítulo 11

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Pasaron unos días desde aquel encuentro entre ellas, y Riley sentía el deseo de hablar con ella.
Vio que aún tenía su número en contactos y la llamó.

Maya estaba haciendo la cena, cuando vio su teléfono sonar.
Era Riley.
Decidió contestar.

Maya: "Hola?".

Riley: "Hola, soy Riley, y... te apetece quedar mañana? Sólo si te apetece, claro".

Maya: "Sí, claro, a qué hora?".

Riley se sorprendió al escuchar ésta respuesta, pero sonrió.
Quedarían en la tarde.

Al día siguiente, Riley se preparó para su encuentro con Maya.
Cuando se encontraron, no sabían cómo saludarse.
Simplemente, se dieron la mano.
Hablaron acerca de lo que había sido su vida en todos esos años.

Fueron a comer helado, y jugaron con ellos.
Sin darse cuenta, Riley derramó un poco de helado en las manos de Maya.
Fueron al apartamento de Riley, y allí ella la limpió.

Cuando sus manos se juntaron, las dos sintieron escalofríos.
Sus miradas se juntaron.
Riley agarró la cara de Maya suavemente.

Maya la miró.
No sabían qué decir, ni qué hacer.
Riley se acercó un poco más a ella.
Llegado a tal punto, que se besaron.

Fue un beso largo, y suave.
Sus cuerpos estaban más pegados al del otro.

Riley bajó su mano hasta la cintura de Maya.
Maya dejó sus brazos en el cuello de Riley.

Estuvieron un rato besándose, pero Maya se separó.

Riley: "Maya, qué ocurre?".

Maya: "No puedo seguir... ésto no puede ocurrir".

Se levantó rápidamente.
Riley se levantó a su vez.
Continuará...

PeachesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora