Riley sintió que debía llamar a Maya por lo ocurrido el pasado día.
Marcó su número y esperó su respuesta.
Maya- "Hola Riley, me has llamado?".
Riley- "Sí, quiero hablar contigo.
Mira, sé que lo que pasó el otro día nos dejó muy incómodas pero, no es mejor olvidar ese beso?
O, es decir, intentar que nuestra amistad no se tuerza por ésto".
Maya sintió una punzada en el pecho.
¿Cómo iba a olvidar ese beso?
Había sido tan especial... pero si ella lo sentía así, así se haría.
Maya- "No te preocupes, Riley.
Hagamos como que no pasó nada".
Riley también se sintió rara ante su respuesta, pero era lo mejor.
Olvidar ese beso.
Riley y Maya terminaron de hablar y colgaron el teléfono.
Pasaros unas semanas, y su amistad había ido fortaleciendo se de nuevo.
Pero, no todo siempre es bonito.
Maya conoció a un chico, llamado Michael.
Conectaron muy bien, y dieron el paso de tener una relación.
A Riley eso la tenía algo rara.
Quería ver a Maya feliz, pero no con él.
Un día, eran las 7 de la tarde, y Maya iba a salir con Michael.
Riley la vio antes de salir, y la detuvo.
Al detenerla, vio cómo Maya llevaba el colgante que le regaló ella.
Era un colgante dorado, con la inicial de ellas.
Para Riley, ese colgante era muy especial, pero no le gustó que Maya lo llevara para su cita.
Riley- "Por qué llevas ese colgante?".
Maya- "Puedo llevar lo que yo quiera, Riley".
Riley- "Pero ese collar es especial para ti y para mí".
Maya- "Cómo de especial?
Riley... quedamos en olvidar ese beso".
Riley empezó a ponerse más nerviosa y agarró a Maya de los brazos.
Riley- "Maya, no es eso.
Es ese colgante, es algo de las dos.
Y ponértelo para tu cita... No lo veo bien".
Maya- "Riley, no pasa nada.
Sólo serán unas horas que lo llevaré puesto".
Riley soltó a Maya y sus ojos empezaron a humedecerse.
Maya- "Riley, por qué lloras? Qué te pasa?".
Riley la miró.
La cogió de la mano y dijo.
Riley- "Pasa que me gustas, Maya.
No puedo olvidar ese beso, no puedo.
Y no veo bien que salgas con Michael, ni que lleves nuestro colgante.
Me gustas y... no lo puedo remediar".
Maya la miró y Riley volvió a repetir la misma escena del otro día.
Tomó sus brazos y la besó.
Se fundieron en un beso.
Maya y ella se separaron.
Se quedaron mirándose a los ojos, como si el mundo sólo fueran ellas.
Se querían, aunque Maya quisiera guardarlo.
Su amor iba a ser más fuerte que todo.
