Todos a veces, sentimos cosas por personas que nunca llegamos a imaginar.
Y a veces, esas personas son como nuestra familia.
Ésta historia, la cual nunca pensaron que vivirían, pasó, y aquí estoy para contaros la historia de un amor, entre dos mejores amigas.
Siendo más exactos, sobre Riley y Maya.
Todo comenzó una mañana, en la que todo cambió.
Eran las 15:00 de la tarde, Riley y Maya habían vuelto de la escuela hacía una hora.
Riley había comido, ese día había comido espaguetis, una de sus comidas favoritas.
Se dirigió a su cuarto y se puso a hacer su tarea, cuando, de repente, sonó su ventana.
Alguien había tocado, y era Maya.
Lo que no esperaba Riley, es que Maya estaba llorando, desconsolada.
Riley le abrió, Maya entró y se sentó, y en seguida Riley se sentó a su lado, preocupada.
Riley- "Maya, qué ocurre? Ha pasado algo?".
Dijo Riley, colocando una mano en el hombro de su mejor amiga.
Maya- "Riley... Josh... Me ha engañado... con otra".
Josh era el novio de Maya.
Llevaban juntos desde hace 5 meses, y nunca pensó que le haría eso.
Riley- "Maya, no me lo puedo creer, ese chico es idiota, eres una bellísima persona, y estoy segura de que conocerás a un chico que sí sabrá valorar te".
Riley le dedicó una sonrisa, y le dio un abrazo.
Maya le correspondió el abrazo, en esos momentos lo necesitaba mucho.
Maya lloró un rato pero se tranquilizó.
Hablar con Riley la hacía estar mejor.
Riley decidió poner una película, con palomitas, chocolate, y refrescos, para que Maya pasara la noche ahí.
Maya fue a su casa para avisar a su madre, ésta le dio permiso y Maya cogió su pijama, y ropa para el día siguiente.
Katy (mamá de Maya)- "Cariño, antes de irte quiero que sepas que, aquí estoy cuando necesites hablar.
Pásalo bien con Riley".
Le dio un beso en la mejilla y Maya le dedicó una sonrisa, dándole las gracias por siempre estar ahí.
Maya se dirigió a casa de Riley.
Decidió entrar por la puerta para saludar a Cory y Topanga.
Eran como sus segundos padres.
Después, se dirigió a la habitación de Riley.
Riley- "Maya, qué película vemos?
Elije la que tú quieras".
Maya- "Vemos alguna de miedo?".
Riley- "Está bien, aunque... Si ves que te abrazo mucho ya sabes por qué es".
Maya sonrió y fue a cambiarse.
Vieron la película y tal y como dijo, Riley estuvo sin despegarse de Maya.
Le daban bastante miedo algunas películas.
Pasados 30 minutos, Riley se despertó de estar recostada en las piernas de Maya, y vio que su amiga se había quedado dormida, así que la tapó y apagó la televisión.
"Ojalá nunca más te vuelvan a hacer daño, peaches" susurró Riley.
Ella se fue a dormir también.
Y así, ese día, Maya se sintió mejor.
