Capítulo 10

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Pasaron unas semanas, y Riley andaba por el parque.

Maya y ella habían estado raras últimamente, no era igual.
Todo había dado un vuelvo y sentía que su relación no iba a crecer más si seguían así.

Estaba inmersa en sus pensamientos, cuando chocó con alguien.

Riley- "Oh, perdón... Espera, Maya, eres tú".

Maya- "Hola Riley.
Qué tal, cómo estás?" dijo cogiendo la mano de su novia.

Riley- "Necesito hablar contigo".

Maya- "Dime, pero es algo malo?".

Riley- "Mira, te quiero mucho y eres muy importante para mí, pero nuestra relación ha cambiado.
Y siento que... debemos terminar.
Es lo mejor Maya, darnos un tiempo, es que todo es diferente".

Maya empezó a llorar.

Maya- "Riley, no.
Yo no quiero terminar ésto...
No me dejes, no dejes ésto...".

Riley- "Maya, lo siento, pero es lo mejor para las dos".

Maya se levantó rápidamente.

Maya- "Entonces no quiero verte en mi vida!
No quiero volver a verte nunca más".

Riley- (se levanta a la vez que Maya, acercándose mucho a ella) "Maya, no te pongas así, podemos ser amigas".

Maya- "Amigas? Me estás hablando en serio?
No quiero verte nunca más, adiós".

Maya estaba por irse pero Riley cogió su mano y la tiró hacia ella, provocando que quedaran muy cerca.

Maya- "Riley déjame en paz.
Ya no quieres estar conmigo, no entiendo por qué me retienes".

Riley- "Aún no te conté algo...".

Maya hizo expresión triste y se separó de ella.

Riley- "Besé a alguien...
A Melissa".

Maya- "No vuelvas a hablarme en la vida.
No haces más que hacerme daño".

Y así, terminó una relación que parecía que nunca lo haría.
Pero ésto no acaba aquí.
Pasaron 5 años desde éste momento.

Eran más mayores, Maya tenía 22 y Riley 21.
Maya se había graduado en Magisterio, y enseñaba clases de arte.

Riley se había graduado en Medicina.
Un día, cuando menos lo esperaba, se encontraron.
Iban caminando a sus puestos de trabajo.
Las dos iban con prisa por las calles de Manhattan.

Chocaron y sus cosas cayeron al suelo.
Fueron a recoger las cosas de la otra, y cuando se miraron, se vieron la una a la otra.

Sus miradas no se despejaban.
Eran una sola de nuevo, después de mucho tiempo.

Se levantaron y Maya se fue rápidamente.
Pero antes de que se marchara, Riley la agarró de la mano.

Riley- "Hola, Maya".

Maya se giró y soltó su mano de Riley.

Maya- "Señorita Matthews".

Riley se sorprendió ante el recibimiento de Maya, pero aún así me preguntó:

Riley- "Cómo has estado?".

Maya- "Tengo prisa, ya hablamos".

Maya se fue rápidamente.
Riley no había olvidado a Maya.
Y no sabía si Mata lo había hecho.

"Ya hablamos", esas palabras resonaron en su cabeza todo el día.
Ya hablarían.
El tiempo lo haría todo.

PeachesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora