Capítulo 1

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Loki dejó su libro, era casi medianoche, hora de encontrarse con su amante, uso magia para hacer una ilusión que hacía parecer que dormía en su cama, movió con cuidado un baúl cerca de la ventana y bajó por la trampilla, esquivó a un par de guardias y paso por detrás de una de las esculturas de los jardines nevados hacia el túnel que lo llevaba a su refugio, un castillo menor que estaba en desuso porque era viejo y no agradaba a su padre, sin que él se diera cuenta había movido algunas cosas, había llevado otras y ahora la vieja biblioteca era una suite limpia y acogedora, una gran cama estaba a la mitad de la habitación, la cabecera pegada a la pared más resistente, estaba cubierta de cobijas y pieles, además de una gruesa alfombra que le recibía al quitarse los zapatos, sonrió, ya estaba ahí, tenían cerca de 10 años encontrándose a escondidas, entregándose a los brazos del otro a pesar de la enemistad de sus Reinos, amándose a escondidas.

Loki Laufeyson quitó la capucha que cubría su cabeza, dejando ver solo los cuernos adornados con joyas, sonrió amplio a su amor una vez se descubrió.

-Hola ,Thor – dijo coqueto

-Hola amor, mi bello Loki- dijo Thor sonriendo, acercándose y quitando el manto negro que cubría su cuerpo, Loki siempre decía que él destacaba demasiado, que parecía hecho de Luz, Thor se había reído de ello y le dijo que procuraría usar un manto nocturno, en realidad lo había hecho, las telas de elfos le permitían mezclarse con el mate natural del ambiente de Jotunheim, opacando su cabello dorado y su brillantes armaduras.

Thor se quitó la prenda poco a poco, en verdad parecía irradiar más luz a pesar de la poca iluminación, sonrió tomando su rostro para besarlo, ansioso, deseoso y enamorado. Su amante prohibido, Loki Laufeyson, Heredero del reino frio de Jotunheim, eran enemigos por naturaleza, él era un Aesir hijo de Odín, padre de todo y conquistador, un guerrero acérrimo y un Dios de la luz, con un Dios de la Luna, de la oscuridad y el frío.

Le sonrió, besándolo con hambre- te extrañé, bobo- volvió a besarlo, riendo suavemente, era tan diferentes, Thor con su piel cálida acariciada por el sol, lleno de cicatrices de batalla y él con su piel fresca de color azul, dibujos plata recorrían todo su cuerpo, siendo evidencia de su herencia real, Thor tenía ojos de zafiro, los suyos eran rubíes, él irradiaba luz, confianza, era directo y no temía expresarse, mientras Loki era misterioso, usaba su lengua de plata como arma, sus únicas cicatrices eran por usar magia peligrosa y eran pequeñas casi no se notaban, su piel era gruesa para protegerlo del frío de su país natal, miro los ojos de su amado, solo basto verse una vez en una de las visitas políticas para que ambos quedaran prendados.

-Yo también te he extrañado-dijo risueño por la forma en que le hablaba, acariciando la piel descubierta en esos trajes tan peculiares de tela delgada que rodeaban su cuerpo, quitando con delicadeza cada una de las capas, disfrutando la tersa y fría piel, la cual a pesar de ser dura era tan sensible y dulce al tacto, haciendo que las caricia transfirieran su calor, dejando que sus labios recorrieran cada espacio ganado- No podría vivir sin hacer esto, ha pasado un tiempo ¿no es así? lamento que mis batallas prolonguen el espacio entre estos encuentros- lo hacía adrede, le gustaba tomarse su tiempo, memorizar aquel cuerpo que amaba, desesperarlo hasta que ambos saciaran su deseo y frustración de estar apartados, tomarlo y sentir que se pertenecían uno al otro.

-Tres meses y 24 días, Odinson, debería castigarte por hacerme esperar- le sonrió de lado, rodeó su cuello y le quitó el peto de la armadura, acarició entonces sus hombros, los pectorales, viendo nuevas cicatrices- siempre tan descuidado- besó cada una, recorriendo una que se veía más reciente con su lengua, rodeando después su cintura para pegarse a él, disfrutando del contacto de piel con piel- te necesito- gimió, volviendo a reclamar sus labios.

Cruel olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora