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Narra Bill.

Aunque ya me esperaba que Pino quisiera respuestas y saber que somos, no esperaba que fuera por así decirlo tan pronto, desde la vez que discutimos todo fue como si lo malo del mi do hubiera desaparecido, pero claro que no es así, los ángeles aún buscan y esperan la muerte de la madre de Cami, Ford sigue desesperado por la muerte de Estrella Fugaz, Stan... El solo es el, y yo sigo buscando mi raromagedon.

Claro que le voy a dar una respuesta pronto a que somos, es algo que ya he estado planeando pero aún es muy pronto... Se acercan muchas cosas y no quiero que por estar "atado" a mi se haga daño, sería lo peor, quiero cuidarlo y protegerlo pero... cómo hacerlo cuando incluso yo soy un demonio de la destrucción?

Acaricié el cabello de Dipper, su rostro al dormir, su piel tan suave,  tan fácil de atravesar, tan débil...

Quería llorar, pero no debo, esto esta mal, para mi, aún demonio esto está mal, por mi debilidad ya me quitaron a alguien una vez, no podría soportarlo otra vez.

Debo ser más fuerte, y dudo que quiera, pero si todo lo que creo que va a suceder, sucede, sería la opción más lógica, al menos para mi por que se que Pino no va a querer hacerlo, y Mabel no podría convencerlo al no regresar aún ya que los ángeles la mantienen cautiva hasta que Cami haga lo que se le ordenó en el trato, cuánto ha pasado? No quiero saber nada del tiempo, quiero estar con Pino, ya no quiero esto, las dudas, los pensamientos, mis deseos, siguen corriendo atrás vez de mi, mis impulsos de demonio, cómo protegerlo? Encerrarlo en una burbuja como a Mabel en ese entonces? No funcionaría.

Hasta ahora todo fue paz, armonía y calma, pero ahora se viene lo feo, todo puede terminar o muy bien, o mal, o muy mal, o nivel celestial o como los humanos dirían mucho pero de lo que ya podría ser.

El amanecer estaba a punto de llegar, Pino seguía dormido así que lo abracé más contra mi y traté de dormir un rato, lo cual logré con mucha suerte.

-Al despertar-

Pino seguía entre mis brazos, los cuales ya se me estaban durmiendo, sonreí y le di un pequeño y suave beso en la frente dejando a la vista su marca de nacimiento de la osa mayor.

Me levante dejando que siguiera durmiendo y salí de la cabaña para ir al bosque.

Me dirigí al lugar donde estaba el piano, cuánto tiempo pasó sin que viniera y aclarara lo que somos Pino y yo? Un mes? Dos meses? El piano se veía como si hubiera estado abandonado por quizá más tiempo, estaba cubierto de hojas y polvo así como las hojas también cubrían las patas del piano.

Lo limpié con magia así como "repararlo" por las veces que llovió y empecé a tocar con suavidad las teclas sin nada y con todo en mente.

Pensé en ella, en ellos...

Debería ir a visitarlos?

Quizá...

Pero por ahora voy a ver a la madre de Cami, ahora si necesitaré su ayuda.

Me dirigí caminando o más bien flotando con facilidad hasta su casa, me daba flojera teletransportarme, mientras admiraba el paisaje y escuchaba a los pájaros cantar.

Odio a los demonios, somos poderosos pero tan clasistas y egocéntricos, yo también pero es raro y aún más para un demonio de mi calibre que se enamoré siquiera de otro demonio aún peor de un mero humano.

Llegue a la puerta y ahí estaba Cami, mientras en la sala estaban su padre y su madre.

Ya te decidiste?- pregunto Cami viéndome sería lo cual era raro.

No vine por esa razón, debo terminar otras cosas antes- dije viéndola fríamente, no quería hacerlo, ya que cuando se ponía de esa forma me recordaba a mi hermana, la única que siempre estuvo conmigo incluso al final, pero era necesario siendo que esto era para ella.

Volviéndonos A ConocerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora