Una voz grave y pacífica resonó de una esquina dentro de la celda, una donde su mirada no había captado nada segundos atrás. Lentamente de la nada una figura emergió de la oscuridad, como si alguien saliera de algún lago o algún cuerpo de agua; un hombre anciano, de mediana altura y de cabello platinado, considerablemente barbado, de igual tono a su melena .
Si... Te ves prometedor... Si, si eres el adecuado para esto... Hmmm -el hombre tomó la mano de Farion y observó detenidamente su palma mientras seguía las líneas con un dedo- con que Farion... 32 años... Padres fallecidos... Un hermano menor... ¡Oh si eres un Mithril!.. Potencial para el combate... Si, eres más que adecuado.
¿Cómo sabes tanto de mi? -dijo Farion retirando su mano rápidamente- ¿Quién eres y cómo lograste entrar aquí?
¿Realmente necesitas saber eso? Bien, mi nombre es Myrddin, soy un alquimista y también mago
¿Alquimista? ¿Mago? -dijo extrañado, retrocediendo hacia la pared intentando alejarse lo más posible del hombre y optando una pose defensiva.
Si, para que puedas entender, yo trabajo la alquimia, el conocimiento y la magia. Son los tres pilares fundamentales de cualquier mundo. La alquimia es entender el origen de las cosas, su estado primario, saber de qué están hechos y a su vez refinarlos y mejorar cada elemento para hacer algo mayor y mejor; el conocimiento es la información del todo lo que nos rodea y aún más, está por si sola no nos ayudará en nada por eso necesitas entendimiento cosa que la magia necesita para poder verla y dominar, la magia nace del entendiendo del ser espiritual, toda magia necesita de ese poder del alma; unos la llaman maná, otros chi, unos chakra o incluso anima. Se encuentra en toda creación, en todo mundo.
¿Qué estás diciendo? -preguntó Farion confundido y extrañado- ¿Estás loco? Pediré auxilio, necesitas atención... ¡HEY, GUARDIAS, AQUI NECESI..!
Farion guardó un silencio violento e involuntario, sus labios se movían frenéticamente pero de su boca no emitía ni un sonido, incluso el chasquido de dientes o la respiración agitada no podía ser escuchada.
Qué ruidoso eres... Me recuerdas a aquel niño Británico de la espada... -expresó Myrddin con su puño cerrado- Tienes que entender esto: te eligió Ese Alquimista, tienes una misión importante y debes cumplirla y debes ver por el bien de ello. Sé que tienes preguntas y esas cosas y puedo responderlas ya que mi tiempo en este mundo es contado. Oh es verdad, el silencio...Myrddin abrió su puño y una luz tenue se esfumó, al momento la respiración de Farion se lograba escuchar agitada mente, y de su frente gotas de sudor comenzaron a contornear su rostro, hasta perderse en aquella barba corta de color castaño.
Anda, habla no pasa nada, sacia tu curiosidad -dijo sonriente- si quisiera hacerte daño, no hubiera necesidad de presentarnos, muchacho.
¿Por qué estás aquí? ¿De dónde vienes?¿Cual es esa misión que dices? ¿Cómo hiciste eso con tu mano y mi voz? -preguntó con desconfianza.
Hmmm veamos -díjo acariciando su mentón- estoy aquí para revelarte algunas verdades. Vengo de otro universo, es como otras tierras, pero infinitamente más grande que estos países. Tu misión se te revelará por aquel alquimista según su voluntad. ¿Y lo de tu voz? Se llama "Silencio", un hechizo mágico sencillo que, como lo dice su nombre, evita que el objetivo creé cualquier sonido mientras tú palma se mantenga cerrada, es muy útil contra magos inexpertos ya que sin poder conjurar con su voz, no surtirán efectos mágicos ¿Útil no creés? -dijo codeando a farion sonriente.
¿Pero a qué verdades te refieres? ¿Universo? ¿Infinidades? Explícame por favor...
Hmmm cómo te lo explico... ¡Ya sé, te lo mostraré! -en un movimiento audaz, colocó la palma de su mano sobre el rostro de Farion y dando un tirón firme se fue desvaneciendo el azul de los ojos del hombre, acto seguido su mano izquierda comenzó a trazar símbolos circulares con un gran glifo al centro- Te retire la vista usando Ceguera, es necesario para lo siguiente, solo así te mostraré que es un universo. -le explico antes de pronunciar para si- Además te abrirá el entendimiento a la magia.
Antes de poder replicar o sentir miedo, los ojos de Farion comenzaron a tornarse de gris a un color celeste y asi recuperando la visión. Myrddin a su vez, deslizó su mano entre sus ropas y sacó un pedazo de cristal de un color violeta, semejante en forma a un cuarzo decorativo.
Joven Farion -dijo Myrddin colocando la pieza de cristal en el suelo- le otorgue un don, sus ojos podrán entender la magia y sus cualidades, al menos poder verla adecuadamente ya depende de su propia habilidad saber actuar ante ella. Ahora con tu nueva visión céntrate en el cristal. Y por favor, abre tu mente.
Está bien... -dijo Farion, intentando asimilar lo sucedido.
Un haz de luz comenzó a irradiar del cristal. Farion cerró sus ojos por la molestia de la luz y al abrirlos su visión comenzó a percibir a Myrddin en una habitación oscura y pulcra, diferente a la celda donde se encontraban.
-Esta es mi dimensión de bolsillo -explicó el mago- aquí el tiempo y el espacio están distorsionados a mi voluntad. Entendido esto... Mi universo Beta debe estar aquí -Myrddin recogió sus mangas hacia los hombros, y en un movimiento de su brazo, fue sumergidolo en un vacío, desapareciendo éste frente a ellos; ante los ojos de su invitado, pareciera que rebuscaba en un bolso o saco pero no existía en el entendimiento de los humanos ese objeto- ¡Perfecto, aquí está! Observa está burbuja, su tamaño semejante a un balón de Básquetbol
¿Bás-qué-cosa? -preguntó confundido Farion.
Ah... Es verdad aquí no existirá ese deporte... Ehmmm del tamaño de un gran melón. Bien si logras enfocar tu mirada podrás navegar en la mente de los seres vivos que habitan aquí, claro por un tiempo, ¡Adelante no temas!
Aquel mago colocó aquella esfera etérea sobre las manos del caballero. Era ligera, pero daba a una sensación de peso indescriptible; se sentía cálida, como la vida de una criatura; vibraba rítmicamente... En sus manos estaba el peso de un ser vivo pequeño e indefenso a sus manos. Instintivamente comenzó a acariciar su delicada superficie, como si intentará relajar aquel ser y tras unos segundos observó cada rincón oscuro y otros más luminosos; espirales girando firmemente en figuras nunca antes vistas, fuertes explosiones y luces tenues, era como una guerra: violenta, poderosa, imparable y llena de una belleza indescriptible: una hermosura bélica.
Sus ojos bailaban de punto en punto sobre lo que contenía dicho universo. Su alma se nutría con casa segundo que contemplaba, cada vez su corazón y alma se henchían, se agrandaban. El tiempo era incierto para Farion, sus ojos cada vez más sentían la necesidad de involucrarse más y más, hasta que en esa inmersión propia logro observar a lo lejos un cielo azul, un dorado desierto y seres arrastrándose sobre la arena cálida: reptiles. En lo alto un ave surcando los cielos con sus alas extendidas observando sobre todo ser, plantas espinosas y un viento seco inundaba el lugar. Tras unos instantes el entorno había cambiado, se encontraba en un lugar lleno de vegetación: árboles enormes por doquier, altos y de copas extensas que poca luz filtraba a través de las hojas, insectos y aves coloridas deambulando por el lugar.
Así, el tiempo fue pasando: Farion visitó incontables lugares a través de su vista. Paisajes bellos y otros muertos, pero cada uno era una enriquecedora experiencia. Myrddin en cambio comenzó a leer un libro mientras el alma de su invitado viajaba por aquel universo que había creado.
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[Pausada Indefinidamente]El Réquiem de la Luz: La Alquimia Divina
FantasyLa Alquimia divina es el primer arco del Requiem de la Luz (Sujeto a edición o cambio del nombre). Aquí veremos la historia de Farion, el líder de un grupo de Humanos y Verur (Semi-humanos) y como lograron fundar la que sería la primer ciudad donde...