Vestido simplemente con una sudadera negra y pantalones de pijama, empuñaba en su mano un trozo de bambú que remojó en un poco de tinta china que conservaba aún.
El despacho de Bakugou era una simple habitación pequeña y la mayor parte de ella era ocupada por diversas pinturas a medio terminar. Kirishima, sentado en una silla giratoria, viajaba de un lado a otro bebiendo una taza de café mientras a lo lejos se escuchaba la lavadora funcionando. Varias pinturas llamaban la atención del pelirrojo, y no era para menos, era la primera vez que entraba a dicho lugar pues Bakugou lo mantenía recelosamente cerrado.
El bambú comenzó a plasmar la idea que él rubio tenía en mente sobre un papel blanco.
— ¿Es más joven que tú?— Preguntó repentinamente Kirishima mientras sacaba un retrato de alguien que no reconoció de un armario.
— Podría ser...— Dijo.
— ¿Cómo qué podría ser? ¿No sabes su fecha de nacimiento?
— Es irrelevante...
— ¿Y qué harás cuando cumpla años?
— Le diré que no sabía, porque no se lo había preguntado...— Respondió un poco más molesto, pues las preguntas idiotas de su amigo no lo dejaban concentrarse en su dibujo.
— Eres mal novio.— En algún momento previo, Bakugou le confesó que la relación se consumó y ahora su "cita" pasó a ser su novia.
— ¿Y a ti qué te importa? Ni que tú fueras mi novia...
— Tu única novia formal fue Ochako y ya sabemos cómo terminó eso.— Ahora Kirishima era el que se escuchaba llamativamente enojado.
Bakugou pensó que quizás ese idiota tenía razón pero no lo admitiría en voz alta.
Igualmente, ya tendría tiempo para preguntarle a Ochako por ese tipo de tonterías que él sentía que de verdad eran irrelevantes a la hora de ver a una relación a grandes rasgos. Sin embargo, también comenzó a pensar en qué tipo de regalos serían adecuados para una chica que podía tener casi cualquier cosa. Las flores eran ñoñas, los dulces poco sanos y clichés, al igual de los grandes osos gigantes de peluche que, igualmente, eran muy llamativos y poco prácticos. Afuera, en la ventana, se escuchaba como la lluvia poco a poco comenzaba a violentarse.— ¡Oye!— Le llamó la atención Kirishima, quien ahora estaba justo a un lado de él.
— ¡Mierda! ¿Qué quieres? ¡Estoy ocupado, cabrón!
— ¿Pensabas en ella?
— No exactamente...
— Dime, ¿ella es tan buena como Ochako?
— ¿Por qué siempre terminas sacándola a ella cuando se trata de mí pensando en una chica?
— Porque fuiste un idiota.
— Déjame en paz.
— Es bueno saber que tienes algo en ese pecho tan frío que tienes. Digo, eres grosero, arrogante, mal humorado y narcisista, quiero decir, sólo mira este armario, tienes 14 pinturas y 6 son autorretratos tuyos.
— ¿Qué mejor modelo para estudiar luces, sombras, anatomía y color existe que alguien al que puedes ver todos los días? Además, deja de tocar eso con tus manos sucias.
Ignorando lo anteriormente dicho, Kirishima prosiguió con su anterior duda.
— Entonces, ¿ella es buena? ¿Es linda? ¿O inteligente? ¿Tal vez es talentosa en algo? ¿También le gusta la pintura o las motocicletas?
— ¿Por qué no dejas de hacer preguntas y esperas una respuesta?— Sonaba furioso pero se tranquilizó.— Es buena, y linda aunque no es particularmente inteligente, pero se esfuerza en sus clases; no le conozco ningún talento pero cree que soy bueno pintando y no, no le emocionan tanto las motocicletas, de hecho, la ponen nerviosa.
Kirishima rió pues Bakugou era como si brillara mientras hablaba de ella, y claro que se lo hizo saber en ese momento; y terminó concluyendo que de verdad su amigo sentía amor por aquella jovencita desconocida aunque esta deducción se la guardó para él solo. Bakugou guardó silencio mientras Eijiro le compartía sus pensamientos de las cosas que el rubio debía hacer para ser un buen novio, y casi ignorándolo, se centró por completo en su dibujo que no era nada realmente artístico. En realidad era sólo una serie de pájaros volando con un paisaje de montañas boscosas, y su dibujo cada vez parecía más a algo que se usaría para decorar que a verdadero arte, cosa que él odiaba. Odiaba esas pinturas que las abuelas tenían en sus casas con paisajes random que, según él, era sólo basura decorativa; pero era lo que él sintió la necesidad de pintar.
Cerca de los árboles de su dibujo, plasmó a un hombre parado inerte; como si observara aquel paisaje. El ruido de la lavadora exprimiendo y casi a punto de finalizar su trabajo, Kirishima cacareando y la lluvia incesante lo hizo extrañar un poco la tranquilidad de hablar con Ochako, su musa que lo obligaba a dibujar basura decorativa, pero que, por algún motivo, lo hizo sentir tranquilo e inspirado a pintar más y más. Ese hombre era pequeño en comparación al resto y se ubicaba en la parte inferior de la hoja; tenía apenas importancia con respecto al paisaje, pero era un paisaje muy sereno.
— ¡Vaya! Ese dibujo es muy, ominoso. Y hasta sobre acogedor.— Alagó Kirishima, sacándolo de sus pensamientos.
— ¡Carajo! ¡Otra vez me hablas al oído! ¿¡No ves que estoy concentrado!?— Pero Kirishima lo ignoró.
— Es un poco desolador, me trasmite miedo o inseguridad. Tal vez pintado con más colores se vería mejor porque ese dibujo en tinta negra es un poco aburrido.
— ¿Y tú que sabes de arte?
— En el momento que tu pintura me trasmite algo y me emociona, creo que comprendo un poco de arte, ¿No lo crees?
— Sólo eres un Snob que cree saber de arte. Ve a poner la ropa en la secadora, que si vas a vivir en mi casa vas a hacer algo porque no te quiero de parásito.
— Sí, sí, ya voy. ¡Qué mandón eres!— Kirishima se dirigió a la cocina.
— ¡Y también quiero que vayas a comprar algunas cosas para el desayuno que yo tengo pereza y no quiero mojarme!—
— ¡Que sí!— Dijo a lo lejos.
Estando en la soledad, Katsuki miró su dibujo, por fin finalizado. Tal vez no era una simple decoración después de todo. Quizás tomaría el consejo de ese idiota y lo pintaría después pero ahora el hambre no lo dejaba pensar con claridad.
*Final del Capítulo.*Total de palabras: 1056 Aprox.
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Las Diferencias Entre Tú & Yo.
FanfictionUna estudiante de medicina. Un ex-estudiante de arte. Ella es tranquila y sonríe mucho; él es un pesimista y nihilista que odia todo lo que se mueve, está cansado de vivir, de su monotonía. A causa de un incidente en el tren, volverán a encontrarse...