Un viento frío se escuchaba fuera de casa, seguramente llovería en algún momento, realmente a Toshinori no le gustaban ese tipo de climas, demasiado fríos y mojados para su gusto pero aquella mañana no había nada que pudiese molestarlo.
No con Aizawa abrazado a su pecho y con su enredado pero hermoso cabello haciéndole cosquillas en el cuello.
Acurrucándose un poco más con el hombre, Yagi no pudo evitar sonreír, hace tanto tiempo había deseado poder tocarlo, poder verlo de cerca y apreciar las oscuras pestañas del hombre, deslizar su mano por su mejilla tal como mil veces su interior había pedido. Podía ser que el mundo estuviera helado y poco amistoso, pero en aquella cama con Aizawa abrazado a él, se sentía en un refugio, seguro y cálido.
Seguramente Shouta nunca sabría lo mucho que significaba para él, incluso si trataba de ponerlo en una palabra, simplemente era difícil, era difícil describir lo mucho que lo amaba. Había tantas cosas que podían describirlo.
Acercándose y acariciando con suavidad la piel blanca pudo ver como el pelinegro comenzaba a moverse un poco, sus parpados apretándose con una leve fuerza.
"Mi luna"
Pasando su mano por los cabellos negros, desenredando con cuidado cada nudo que se encontraba, Toshinori no pudo más que apreciar lo oscuro de ellos pero incluso si era tal como ver un rio en la noche, era brillante y algo suave.
"Mi estrella"
Los movimientos del hombre se hicieron más notorios ahora, comenzando a moverse en su lugar, para que finalmente abriera sus ojos con lentitud, revelando su oscura y tranquila mirada, de la cual Toshinori se había enamorado a través de cada emoción que pasaba sobre ellos.
"Mi universo"
Pasándose la mano por su rostro, Aizawa lo miro por unos segundos más para que al final se enterrase en su pecho rápidamente, y se quedase quieto para que al final de su ronca y cansada voz saliese con gran esfuerzo las siguientes palabras:
"Café...sin café yo no me muevo"
Parpadeando lentamente, Yagi dejo salir una leve risa dormida para luego abrazar al hombre y acurrucándose un poco más con él, siendo recibido con un suspiro satisfactorio y unos brazos rodeándole.
"Mi adicto al café"
Y simplemente ambos se quedaron así por unos minutos, con el calor y la paz rodeándolos como un capullo, apreciando y acariciando al otro con lentitud, recorriendo los cuerpos explorándolos con fascinación a pesar de que ya de corazón ambos se lo supiesen de memoria.
Separándose un poco, Toshinori acerco una sus manos a la mejilla del hombre, acunando con cuidado su rostro, siendo recibido por un murmullo incomprensible, pero que denotaba lo complacido que el pelinegro estaba con aquella acción.
"Sigo sin entender como es posible que almacenes tanto calor en tu cuerpo, eres como una calefacción andante"
La voz de Aizawa seguía pesada y grave, casi como si estuviera a punto de dormirse de vuelta, tan vaga y relajada que hasta se le hacia contagioso. El sueño del hombre era contagioso y tentador, en especial cuando se veía tan cómodo y cálido a su lado.
"¿Te molesta?"
"Me hace querer llevarte a todos lados en invierno y pensar en comprar una cama a parte en verano"
"Podríamos comprar una cama a parte si así lo quieres" Recibiendo un gruñido desde abajo, Yagi sintió como el abrazo se volvía un poco más firme haciendo que una leve y suave risa saliese de él, casi siendo mayormente muda.
ESTÁS LEYENDO
Leyenda de Héroes
RomancePodía ver la ciudad hecha trozos a su alrededor. El humo y los restos de tierra se esparcían por el aire. Había hecho lo que debía y lo sabia bien, no podía arrepentirse, no cuando había ayudado un poco en esta gran batalla. Valio la pena.