Capítulo 5

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Estuve unos minutos sentada con una posición erguida mirando en un banco, como la nada se perdía en la oscuridad de la noche. En un parque demasiado desolada.

«¿Por que estaba allí?» que tenía que hacer o sentirme como una mierda en mi interior.

Mi corazón se estaba destrozando y me dolía, dolía todo.

Encendí sin pensármelo dos veces un cigarrillo lo miré detenidamente, sabía que no estaba bien lo que estaba haciendo, fumar. La sustancia de este último hacia lentamente y provocaba que mi mirada se nublara.

En ese momento recordé a mi hermano. Como había hecho cambios en su vida tan grandes y profundos hasta que poco a poco se olvidó del sentimiento mutuo y de lo que el realmente sentía hacia él mismo y hacia mí, aunque bajaba la mirada y quería no ver nada y lloré como nunca había echo, me sentía tan débil...

Las lágrimas que caían en mi rostro se formaron más largas y grandes.
Corrí, corrí mucho es lo único que me sentía que mis pulmones me fallaban y que podía llegar a pensar que seguía viva. Sentía como las piernas me pinchaban y me fallaban por querer correr hacia más allá.

Llegué acerca del gran faro en un gran mirador, que se alzaba en una montaña de mi ciudad, dónde nunca había ido (ya que no era del todo seguro estar allí), me resultaba extraño pisar su hierba y mirar al horizonte.

Mar es lo único que veía, un océano hermoso y solo, también podía sentir yo como estaba acompañada,aunque fuese por un montón de agua en un extenso lugar lleno de arena y criaturas marinas.

«Alguien estaba detrás de mi»

Vi a un chico de rubio teñido,vestido de negro con capucha anillos en sus dedos y él cubre bocas negro también. Sus ojos achinados eran preciosos y parecían dos agujeros negros b y muy sensibles. Él pelo era blanco y podía notarlo como brillaba ante la luz de la luna.

Él se sentó junto a una valla del acantilado y me acerqué a él.




Tenía un cigarro en sus labios y con mucho estilo soltaba el humo hacia el cielo oscuro por la noche. Parecía tan normal pero interesante a la vez.




Xx - ¿Quieres? -preguntó el rubio.

Vió mis pequeñas lágrimas que se escapaban de mis ojos y me extendió su cigarro ligeramente. Sinceramente no sabía si de verdad su idea para consolarme iba a funcionar, pero a mí poco parecer, lo consiguió.

Sus ojos profundos de un color castaño llamaban mi atención y él me sonreía. Sus cigarro se posó en mis labios gracias al acto de ponerlo ahí y con su mirada sombría, clavada en mis ojos me derritió poco a poco. Mis puños se tensaban cada vez más en señal de querer pedir o decir algo ante la situación.

«¿Quién era aquel chico y que quería de mi?»



Xx -¿Días malos verdad?- preguntó curioso. A continuación se puso a toser, fue corto.

No respondí. No me veía lista para hablar con alguien y sin pensarlo, sin saber que estaba haciendo corrí, alejándome de cualquier "alma" o humano que tenía cerca de mí, ligeramente hacia él viejo acantilado del faro y en la última roca que se veía que seguía en pie, me senté y extendí las piernas hacia abajo pudiendo ver como se acercaban más mis pies hacia él abismo del profundo mar.

Estaba lista para hacerlo y nadie me iba a parar, nadie podía llegar a querer a la figura que se adueñaba de mis pensamientos y me dejaba sin respiración, alimentándose de mis únicos recuerdos.
«¿Era una figura o era yo realmente?»



Xx -Si das un paso más me tiraré contigo, sino lo das te cojeré y te llevaré hacia casa y no sabrás nada más de mi. Olvídate de hacer cosas que puedan llegar afectar a la gente, Shin.

«¿Cómo sabía mi nombre?»

Esas palabras me sorprendieron y afectaron a mí cuerpo que volvió al sitio donde debería estar lejos del acantilado y ligeramente acercado a la tierra, lugar seguro.

Xx -No sabrás nada más de mi, pero no llegues a esta fuerte situación- dijo preocupado.

¿Y si quiero saber?



Shin- Y si quiero saber cómo te llamas, que haces aquí, porque dices eso, quien eres y porque me haces esto...quiero mirarte y que me digas quién eres y porque te importo...mírame y dime que haces aquí...

Lloré de manera involuntaria, sin saber siquiera porque lo hacía pero solamente lloré. Recordar a mi hermano, Namjoon y al pesado de Jungkook. Hizo revolver el estómago de la suicida que iba a llegar a ser, dentro de mí. Solamente a él, el chico rubio enfrente de mi cara verdaderamente le importaba la chica delante del mar.

Shin- Mírame y dime quién jodido eres - dije entre lloros.

Mírame

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