{Novela Terminada}
Segunda parte de: Todos los caminos me llevan a ti. Tercera parte en mi perfil.
Triología AMOR ETERNO:
- Libro I: Todos los caminos me llevan a ti.
- Libro II: Resurgir
- Libro III: Incendios
Nuestra historia es como el ave fén...
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CAER
Subo rápidamente a casa y me tumbo en la cama boca abajo. ¿Qué acaba de pasar hace un rato? Tengo sentimientos encontrados tras la despedida de Marco. Hemos estado a punto de besarnos. ¡De besarnos! Cómo deseaba que eso sucediera pero... creo que el universo no quiere porque cada vez que estamos a punto algo nos interrumpe.
Toco con mis dedos mis labios, recordando el roce de sus labios. Madre mía si simplemente con un pequeño roce ha conseguido alterarme no sé qué pasará cuando realmente nos besemos después de tanto tiempo. Pero la llamada me ha dejado un mal sabor de boca. Marco quería aparentar tranquilidad pero sé que ha pasado algo. Algo no va bien, su cara lo ha demostrado pero no puedo hacer mucho al respecto si no quiere contármelo.
Me levanto de la cama mientras sonrío al pensar en Marco, ya que no dejo de pensar en él a cada hora, y me cambio de ropa por algo más cómodo. Voy hasta la cocina y me preparo algo ligero para ir a dormir pronto. Ahora solo pienso en que quiero que llegue el sábado, en que llegue y pueda verle otra vez.
Por fin ha llegado el día y tengo unas ganas enormes de verle. Me termino de preparar cuando el timbre de mi casa suena indicándome que la persona que me ha venido a recoger para ir al Bernabéu acaba de llegar. Cojo la riñonera, me la cuelgo y me miro al espejo. Doy una vuelta y sonrío al ver el número 20 en mi espalda. Abro la puerta y la cierro, me aseguro que dejo bien cerrada la puerta y bajo las escaleras casi corriendo. Al llegar abajo miro a mí alrededor hasta que veo un coche que me es muy familiar.
Voy hasta él y me encuentro con Maca en la puerta del copiloto. Mi sonrisa aumenta y corro hasta ella para darla un abrazo. Hacía tanto que no la veía...
- Bueno, bueno... que efusividad – me dice Maca mientras me abraza divertida.
- Es que te he echado de menos – le respondo mientras la planto un beso en la mejilla.
- Anda sube al coche – me responde riéndose mientras abre la puerta del copiloto para sentarse.
Yo entro en la parte de atrás y unos bracitos me abrazan con fuerza. Miro hacia abajo y mi sonrisa vuelve a aparecer.
- María – me dice la preciosa niña que tengo entre mis brazos.
- Mi pequeña Alejandra – digo mientras dejo un beso en su pelo – cuanto echaba de menos tus abrazos – le digo mientras la pequeña sonríe.
- María – me dice otra voz y miro al otro asiento ocupado por el pequeño de la familia Fernández.
- Mi hombrecito – le digo mientras choco los cinco con él – luego me abrazas ¿vale Nacho? – le digo ya que veo sus intenciones pero entre la sillita y el cinturón de seguridad está bastante difícil.
