{Novela Terminada}
Segunda parte de: Todos los caminos me llevan a ti. Tercera parte en mi perfil.
Triología AMOR ETERNO:
- Libro I: Todos los caminos me llevan a ti.
- Libro II: Resurgir
- Libro III: Incendios
Nuestra historia es como el ave fén...
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SÓLO NOSOTROS
María sale de la habitación y cuando la miro no puedo evitar posar mi mirada en toda ella, le doy un repaso de arriba abajo, pero es que la verdad está absolutamente preciosa. Me muerdo los labios inconscientemente evitando correr hasta ella y asaltar su boca. Cruzo mis brazos y me apoyo en el marco de la puerta mientras veo como se mira en el espejo. El vestido azul se ajusta a su cuerpo realzando su figura haciendo que mi mente vuele al pasado, a aquella noche en la playa recorriendo a besos su cuerpo, mirándola a los ojos, esos ojos llenos de amor por mí.
Me acerco lentamente a ella y dejo un beso sobre su cuello al descubierto. María se estremece ante el tacto y sonríe ante mi gesto. La miro a los ojos por el espejo y María se inclina para dejar su espalda que choque contra mi cuerpo. Paso mis manos sobre su cintura para abrazarla y pegarla a mí. No aparta mi mirada de la mía y yo tampoco puedo hacerlo.
- Te quiero – me dice María apretando el agarre en mis brazos que se ciñen en su cintura
- Y yo a ti pequeña – le respondo besando su mejilla – estás preciosa – susurro en su oído y se estremece.
María se gira y mis manos quedan en su espalda baja, sus manos quedan sobre mi camisa y comienza con un movimiento ascendente-descendente por mi pecho, haciendo que mi piel se erice. Se coloca de puntillas y me besa. Me acoplo a su ritmo y mi mano viaja a su nuca para profundizar el beso.
- Por más que me encante tenerte así – le digo recuperando la respiración – tenemos que irnos o llegaremos tarde – termino de decir mientras apoyo mi frente con la suya.
- Sí – musita mientras se sonroja y yo me río ante su gesto.
La beso nuevamente por unos segundos y me separo de ella para coger las llaves del coche y la chaqueta. María se acerca a mí tiendo mi mano y ella la coge, caminando así hasta el coche.
Llegamos al restaurante y abro la puerta dejándola pasar primero. Nos acercamos al mesero.
- Hola, tenemos reserva a nombre de Marco Asensio – digo y el camarero me mira sorprendido al recocerme.
- Sí claro – dijo al mirar en la lista – síganme por aquí – nos dice.
Nos guía a través de las mesas. En uno de los momentos cojo la mano de María para que no se separe de mí. Me mira sorprendida ante el gesto al estar en público pero yo solo respondo sonriendo y guiñándola el ojo. Llegamos a nuestra mesa y ayudo a María a sentarse en la silla al retirarle esta.
- Es precioso – dice María de repente mientras observa todo alrededor.
- Lo más bonito que hay – respondo mientras la miro porque para mí ella es lo más bonito.