Dulce venganza [CANCELADA].

6 ~ "¿Qué es lo que quieres?"

La clase no fue tan incómoda como había pensado.

No hubo miradas extrañas de parte de Claudio o Antonia ni nada que se le pareciese. O puede ser que yo estaba tan enfocada en actuar estar enamorada de Ulises, que no me dí cuenta de si pasó algo.

Cuando camino hacia mi casillero León toma mi brazo y me lleva a la sala del frente.
—¡Auch! ¿Qué haces?— pregunto mientras froto mi brazo.

—Lo siento... ¡No! ¡Espera! Yo no soy el que debe disculparse aquí— exclama—. ¿Por qué no me dijiste que tú y Ulises estaban saliendo?

Parece estar herido.

¡Por supuesto que está herido, Emilia! Es tu mejor amigo y no le dijiste que sales con su otro mejor amigo.

Oh, Dios. Es cierto.

—Sí, perdón. Olvidé explicarte eso.

—No, calma— dice con una sonrisa falsa—. No tienes que preocuparte por mí, es decir, ya estoy acostumbrado a enterarme de todo por otras personas.

—No seas sarcástico, León.

—¡Estoy enojado!— vocifera con tristeza— Odio entrar a la clase y tener que enterarme por Machu que mis mejores amigos andan juntos. ¿Tienes idea de lo vergonzoso que es no saber eso?

—Okay, calma ¿Si? Prometo que te voy a explicar todo.

—Más te vale.

Él me escucha atentamente mientras le comento el plan. A decir verdad, me sorprende que no diga nada, o que no me interrumpa. Cuando termino de contarle todo, me mira serio.

—Entonces, ¿Qué piensas?— pregunto.

León no titubea ni un momento al responder.
—Que es una estupidez.

Alzó las cejas y abro la boca, ofendida.
—¿Qué? ¿Por qué dices eso?

—Vamos, Emilia. Eso de querer hacer reaccionar a Claudio saliendo con Ulises, no tiene ninguna lógica. Si él no ha reaccionado en todo este tiempo, menos lo hará ahora.

—No te confundas, Ulises. Yo lo que quiero es vengarme. No quiero, ni me interesa, que Claudio reaccione. Mi único anhelo es la venganza.

—¿Ah si? Entonces si Claudio entrara ahora mismo por esa puerta y te dijese que te ama, ¿Tú lo rechazarías?

Abro la boca para contestar y luego la cierro al no saber cómo.

Quiero decir que sí, que no habría nada que me hiciese más feliz en la vida que rechazar a Claudio Meyer. Pero estos malditos sentimientos dentro de mí, no me dejan.

—León— llama alguien desde la puerta. Mi amigo y yo giramos y tengo que hacer un esfuerzo enorme para no soltar un grito por el asombro—, ¿Me harías el favor de dejarme solo con Emilia?

Claudio está parado bajo el marco de la puerta, con las manos en los bolsillos y mirándome fijamente.

No jodas, ¿Justo ahora?

—Este... No sé si Emilia esté cómoda con eso— habla León antes de voltear a mirarme.

Voy a decir que no quiero hablar, sin embargo, Claudio responde por mí.
—Tranquilo, estoy seguro de que a ella le interesará esta conversación— dice.

¿De qué rayos quiere hablar conmigo? Bueno, creo que ya sé.

Me está poniendo más nerviosa de lo común que no deje de mirarme ni un segundo, y esa expresión desafiante de sus ojos no ayuda para nada.

León me habla bajo.
—¿Estarás bien?— pregunta.

Dudo antes de decidirme a asentir con la cabeza. Entonces León camina y me da una última mirada antes de irse.

Yo miro seria cómo Claudio entra a la sala y comienza a acercarse lentamente a mí.

—Estuviste bastante callada en la clase de hoy— dice—, eso es muy poco común en vos.

—Bueno, estaba preocupada de otras cosas.

Claudio se detiene cuando le parece que ya está lo suficientemente cerca mío.
—¿Preocupada en mirar a Ulises Reyes por ejemplo?— pregunta.

—¿De eso es de lo que quieres hablar conmigo? ¿De Ulises?

—Oh, créeme, de Ulises es de lo que menos quiero escucharte hablar.

—Entonces no entiendo, ¿Qué es lo que quieres, Claudio?

Él suspira y me mira pensante, como si decidiera algo. Luego da un paso acercándose a mí y, con su mano derecha, sujeta mi cabeza y me atrae hacia él.

Quedamos a muy pocos centímetros de distancia y él baja su vista a mi boca cuando habla.
—Ahora mismo... lo único que quiero hacer es besarte.

Dicho y hecho, su boca aprisiona la mía sin que pueda reaccionar.

Estoy besando a Claudio Meyer.

•Dulce Venganza•

Perdón por la tardanza, sepan que los amo, bye.