Crisis mundial... es una frase que escasas veces es pronunciada en la televisión, pero realmente... no hay nada normal en lo que sucede, tsunamis, diluvios, erupciones volcánicas, terremotos, son algunas de las cosas que podría nombrar que día a día...
Hola agradezco a todos los que leen mi historia y por sobretodo me dejan su voto, quisiera hacerles una consulta... les gustaría algo de +18?
La fiesta que realizo el pueblo de Maui fue fantástica, me divertí como nunca, bebí hasta quedar satisfecha y algo ebria, ni idea como llegue a mi cama, solo desperté ahí y las chicas hacían su esfuerzo por levantarme yaqué teníamos que migrar, me puse mis lentes de sol estilo aviador, un traje predeterminado que debíamos usar todos y arregle mis cosas, el siguiente destino seria SANTOS perteneciente al estado de Sao paulo, Brasil, una zona paradisiaca la cual tiene 433.966 habitantes y una superficie de aproximadamente 280,7 km².
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nos quedamos en una residencial la cual nos albergaría a todos, inmediatamente que nos acomodamos fuimos llamados, al parecer no podríamos disfrutar de tal belleza, la frustración se podía ver en todos mis compañeros, ¿de qué servía estar en una playa unica si no podíamos disfrutar de sus maravillas?, como siempre el maldito general pensaba utilizar la zona como entrenamiento, en el lugar nos encontrábamos la división de los exploradores y boar team, además de meliodas y ban quienes entrenaban para mantener su figura, bastante narcisista a decir verdad, como era de esperarse comenzamos con trote de 1 hora por la arena sin derecho a descansar, los viajeros que disfrutaban del lugar nos miraban atónitos, ya que éramos un grupo disciplinado supuestamente elite quienes estaban encargados de mantener la paz o lo que queda de ella, luego de ello nos hizo nadar varios kilómetros, según el esto nos hacia mover todos los músculos de nuestro cuerpo, para finalizar el entrenamiento matutino hicimos lagartijas, abdominales, plancha y una variedad inimaginable de ejercicios de fortalecimiento y resistencia, la tan hora de descanso había llegado, camine hasta el océano y me sumergí en él, estuve flotando un buen rato, sintiendo como mi mente se vaciaba, mis terminaciones nerviosas se relajaban sintiendo como me fusionaba lentamente con el entorno acuático que me contenía, podía sentir los rayos de sol calentando cada célula de mi cuerpo y las suaves ondas provocadas por la brisa marina adormecía mi conciencia, que importaba si era llevada a la deriva, solo era una con el ambiente que me rodeaba, mientras mi mente era consumida sintió que unas manos me tomaron por la espalda y cintura manteniéndome en un solo lugar, lentamente abrí mis ojos logrando distinguir a un chico con el cabello castaño.
¿Qué tal el descanso Diane? -me sonrió el ojiambar-
Bastante bien la verdad, hace mucho que no podía relajarme de esta manera, deberías intentarlo harlequin -reí al pronunciar su nombre-
Si... pues es hora de comer, los chicos esperan que lleguemos, por eso vine por ti – suspiro algo cansado mi compañero-
Esta bien, vamos a la orilla, aunque me siento realmente adormilada como para nadar -bromee mirándolo –
