Papel

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Despertó.

Las sábanas apenas cubrían sus cuerpos y podía ver la curva de su espalda bañada por los primeros rayos del sol.

Jungkook dormía boca abajo abrazando la almohada pero con el rostro en dirección a Taehyung que lo miraba casi embobado.

El tiempo pasaba y no se acostumbraba a ver un hombre tan hermoso en su cama.

Jungkook era perfecto. No sólo su cuerpo que lo cuidaba con dietas y ejercicio, tanto que parecía una estatua de mármol esculpida por el mismísimo Miguel Ángel. Todo en él parecía salido de una revista de modas, si hicieran un ranking de "los hombres mas sexies del mundo" él definitivamente tendría el primer lugar.

Pero su forma de ser también era la perdición para Taehyung.

Jungkook era serio la mayor parte del tiempo con gente que no conocía pero con él era totalmente distinto. Era dulce, adorable, sumamente cariñoso y su debilidad era cuando se hacía el indefenso y pequeño Jungkook. El que quería que le enseñaran todo, el que todo conseguía con un berrinche y besos provocativos.

"Enséñame Hyung, no puedo Hyung, me lo haces Hyung?, te necesito Hyung".

Al verlo dormir de esa forma, con los labios tan abultados y el cabello sobre sus ojos no soportó más y con suaves caricias recorrió desde el cuello pasando por su espalda hasta su cintura.

Mordía sus labios casi inconscientemente cuando al levantar la mirada se encontró con los ojos abiertos de Jungkook mirándolo de una forma que todavía le costaba descifrar.

Su mirada decía mucho y nada a la vez. Podía ser extremadamente alegre acompañada de una risa contagiosa. Podía ser adorable, compasiva, llena de pasión o fría y calculadora como en estos momentos.

-Hyung... Tendré que comenzar a cobrarte por cada vez que me mires a escondidas-

-No me digas así. Lo siento si te desperté-

-Porqué no? Prefieres que te diga daddy? Los dos sabemos que te gusta. Al menos eso decías anoche...daddy- atrajo el cuerpo de Taehyung sobre el suyo. Las sábanas se interponían entre el roce de sus cuerpos. Lamió y mordisqueó su lóbulo y la respiración de Taehyung se hizo cada vez más pesada y entrecortada.

-Acaso no has tenido suficiente con lo de anoche mocoso?-

-Nunca tengo suficiente de tí Hyung- susurró Jungkook en su oído rodeando su cintura con sus piernas. Sólo eso bastó para despertar los besos y caricias más pasionales de parte del mayor.

El sudor los cubría por completo. Jungkook hizo que Taehyung lo persiguiera bajo las sábanas deseando tocarlo, deseando tenerlo.

-Qué sucede Hyung? no puedes tocarme?- se reía tan sexy y provocativo

-Por supuesto que puedo, eres mío Kookie. O acaso lo has olvidado?- lo tomó por la cintura y lo atrajo hacia su cuerpo

-Creo que te olvidas de que es al revés Hyung, tú eres mío- lo levantó sin problemas y lo colocó boca arriba en el medio de la cama tirando la sábana al piso.

Besó sus piernas mientras acariciaba sus muslos, besó la piel por encima del elástico del bóxer. Recorrió con besos todo el cuerpo de Taehyung hasta llegar a su boca y adueñarse de sus labios. Luego bajó lento hacia su entrepierna y lo miró con expresión juguetona.

-Hyung, ya que eres mío no te importará que juegue un rato, no es cierto?- se deshizo del bóxer, se encontró con la erección grande y palpitante de Taehyung y la tomó en sus manos con determinación.

Bus Stop - Terminada✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora