Ángel caído (KookMin)

Capitulo 11 "Vecinos"

No sabía que hacer en este momento. Me había preparado para todo menos para esto. Jamás imagine que está fuera la reacción.

Nunca había sentido miedo, ni a mi señora pero esa mirada tan siniestra, esa sonrisa que daba más terror que otra cosa. Sus ojos habían regresado a su color morado, pero no había nada del aquel niño que me robó el corazón, no había dulzura, no había amor, no había nada de mi pequeño Galadiel.

Esperaba que sus recuerdos regresaran. Esperaba todo menos esto.

Luego de haber estado con el como tanto quise desde que tengo de estar yendo al cielo, había deseado tanto amarlo en cuerpo y alma. Y había sido la experiencia más perfecta y hermosa que había vivido en toda mi existencia.

Habíamos caído dormidos después de hacerle el amor. Habíamos quedado tan cansados que nos dormimos.

Sabía que el sello de sus poderes se rompería al cometer un pecado en este caso lo que nosotros hicimos.

Pero no me esperaba esto. Esto no.
Era como si. Fuera otra persona. No lo reconozco.

Me había levantado primero, me vestí y fui a la cocina por vodka, la necesitaba. Me bebi dos tragos y escuché un ruido del cuarto donde deje a Jimin.

Sería más fácil llamarlo Jimin.

Me acerqué a la puerta del cuarto iba a entrar pero sentí una presencia desconocida, al momento pensé que habían venido por el.

Me acerqué con cautela y abrí un poco dejándome ver una escena impactante.

Ahí estaba Jimin, Su aura de un rojo vibrante y llameante parecía que literalmente sacaba llamas de su cuerpo, su cabello le había crecido hasta llegar a sus caderas de un blanco luminoso, sus alas dejaron de ser blancas a ser negras pero un negro tenebroso y muy oscuro aún más que las mías y Sus ojos.

En sus ojos se podía ver una maldad enorme.

Estaba de pie desnudo con sus alas tan extendidas y tan grandes. Sus cabellos ondulando se con su aura y las llamas que su cuerpo irradiaba.

Yo estaba perplejo y con un miedo profundo por esa mirada que ni en la misma Lucifer Reyna del infierno la había visto.

Mi cuerpo actuó por reflejo y mis alas salieron, Mi armadura de pelea aprecio en mi cuerpo y ella solo aparecía cuando yo estaba en peligro cosa que pasaba muy pocas veces.

Decidí que necesitaba respuesta y además tenia que hacerle frente a Jimin no importa cuanto miedo me de su presencia. El para mi sigue siendo el chico que amo.

Abri la puerta completa y entre. Sus ojos fueron hacia mi y una sonrisa tan siniestra se formó en sus labios.

Me vio de arriba abajo, inspeccionando me. Y de pronto el también tenía una armadura de pelea pero la suya se notaba más poderosa, cubría hasta sus alas, la armadura de un color negro con dorado.