Capitulo 6
Desde su llegada Eiji no se separó de Ash prácticamente ni un minuto, había convencido con su carisma y gran amabilidad de que lo dejaran quedarse a cuidarlo, los médicos a regañadientes habían accedido solo porque desde la llegada del joven, Ash mostraba progresos, sus signos vitales eran estables y empezó a respirar por si mismo, igualmente sus exámenes iban mostrando mejoría por cada día que pasaba, así que rápidamente fue llevado de la unidad de cuidados intensivos a una habitación de cuidados intermedios, en la cual los horarios de visita eran mas flexibles.
Los chicos de Ash, Sing, los policías y Max seguían visitando a Ash con frecuencia, pero lo hacían generalmente en los espacios en que Eiji obligadamente salía a descansar o a comer, pese a su personalidad amable y suave había sido casi imposible convencer al japonés de tomarse un descanso, este se aferraba a la mano de Lynx todo el día y se mantenía hablándole de Japón, de las muchas fotos que había tomado, de cuanto lo extrañaba y de muchas otras cosas que se le ocurrían, así pasó una semana, el progreso de Ash había sido grande, los mismos médicos que antes lo desahuciaron ahora lo veían con mucho optimismo, todos seguían preguntándose cuando despertaría, pero ya no estaban ni tan estresados ni tan tensos como el primer día, la presencia del japonés había cambiado drásticamente el ambiente.
En las noche Eiji casi no dormía, siempre tenía ese desagradable sueño en el cual se veía mayor, su cabello largo y sus ojos tristes, miraba hacia el puerto pero se sentía solo, luego pasaba entre sus manos muchas fotografías algunas de lugares, otras de animales o plantas pero se detenía en las de Ash y su tiempo en Nueva York, veía una en particular en la que Aslan se veía resplandeciente sentado en el alféizar de una ventana, su pecho se contraía nuevamente en dolor y veía a Sing, mucho mas grande y varonil darle una mirada en extremo triste y culpable, allí despertaba, como quien saliera de una realidad tormentosa a otra, veía el rostro inmóvil de Ash y lo acariciaba, se quedaba el resto de la noche mirándolo y hablándole, esa había sido su rutina ya por algunos días.
En la oscuridad Aslan sentía como si flotara a la deriva, los primeros días pensó que estaba muerto, viajando en un lugar árido, frio y sin sentido, arrepintiéndose cada instante de las cosas que hizo, pensaba en su vida, todo lo que le había sucedido en su infancia, las heridas que le habían hecho, todo el daño que había causado, a todas las personas que había asesinado y dañado de varias maneras, se sentía derrotado, vencido por la culpa y la muerte, luego escuchó llanto a lo lejos, primero pensó que era alguna especie de castigo por sus pecados, pero se dio cuenta que este llanto pese a ser muy doloroso era cálido, como si una gota de calor se colara en ese mar frio en el que estaba, entre mas pasaba el tiempo mas calidez sentía, luego pudo escuchar ruidos, escuchaba una voz inentendible pero que se le hacía extremadamente familiar, sintió unas manos que lo tocaban y no lo herían, al contrario parecían sanarlo, percibió un aroma que no lo repudiaba antes lo calmaba, quiso mover sus brazos y apretar con fuerza a esa persona que le causaba tanto bien, pero sus brazos no le respondía, quiso abrir los ojos para poder verlo de frente pero sus parpados se negaban, quiso hablarle y decirle todo lo que sentía, como su pecho se llenaba de un agradable y extraño sentimiento pero su voz no salía. Desesperado y furioso consigo mismo gritó, pero era un grito mudo que solo él escuchó en su cabeza, aun así siguió insistiendo, intentando con todas sus fuerzas alcanzar la fuente del calor que estaba tan cerca, hasta que un día pudo abrir los ojos y aunque quedó segado con la intensa luz que brillaba a su alrededor, se lanzó ante el rostro conocido, intentando formar una sonrisa, abrazó aquella persona que lo abrigaba así sus brazos torpes no le respondieran por completo.
Eiji se había acercado a darle uno de sus acostumbrados besos en la frente, costumbre que había tomado al llegar al hospital y a acariciarle con suavidad su mejilla, cuando Aslan de repente abrió los ojos y se lanzó sobre el como si estuviera desesperado, Eiji dejó salir un grito agudo y suave por la impresión, pero al recuperarse y estar mas en la realidad envolvió sus brazos alrededor de Ash apretándolo con fuerza riendo y llorando emocionado, Max quien entraba para el reemplazo de la hora del almuerzo se sorprendió bastante al ver a los dos chicos abrazados, ambos lloraban y reían al tiempo.
-Bienvenido al mundo de los vivos- le dijo avanzando rápidamente para unirse al abrazo, Max sentía que dos de sus hijos volvía a la vida y así era, había visto a Eiji tan acongojado y tan triste que parecía un muerto en vida, se separó de los chicos para ver a Aslan mejor, aun estaba pálido pero se veía muchísimo mas recuperado, pero se percató de que en sus ojos ya no había esa agresividad que helaba la sangre, en cambio parecía un niño pequeño que acababa de despertar de un largo sueño.
-Dormiste demasiado, si sigues así te engordaras y perderás el encanto- le dijo Eiji con una sonrisa floreciente en sus labios y goterones de lagrimas escurriendo de sus mejillas, Ash lo miró fijamente como si no lo reconociera, llevó su temblorosa mano hacia la mejilla del japonés y la estrujó con torpeza, luego sonrió y con su sonrisa iluminó el lugar, a Eiji el pecho amenazaba con explotarle de felicidad, pero antes de que pudiera soltar otra frase graciosa, fue callado por los labios de Aslan, Max miró toda la escena y sin saber que decir ni como reaccionar salió pronto de la puerta, deteniendo la marea de gente que estaba al otro lado intentando saber que sucedía. Eiji por su parte se quedó estático mientras los labios de su amigo recorrían los suyos, no era su primer beso, era el segundo, pero Ash parecía tan experto dando pequeños toques por sus labios, acompañados de suaves lamidas. El beso terminó antes de lo que el japonés hubiera esperado, Ash se dejó caer sobre su pecho exhausto.
-lamento decepcionarte, quería besarte hasta que sucumbieras pero no puedo más, regresar de los muertos no es tan fácil onii chan- dijo con una sonrisa bastante grande mientras hablaba, Eiji se tornó totalmente rojo al ver como ese deseo extraño que se coló en su mente al sentir el beso era desenmascarado rápidamente, no supo que decir ni que hacer, solo sintió alivio al ver a Max entrar junto a un grupo de médicos.
-Eh... debemos... yo... deja que te revisen Ash- le dijo atropellando las palabras entre ellas y alejando suavemente a Asalan, este dio una risa brulona y se recostó en la cama dejando que los médicos se encargaran de él y lo inspeccionaran.
-Es solo un saludo onii chan, no tienes porqué estar tan nervioso- dijo con un tono bastante burlón en la voz mientras seguía las ordenes de su médico de cabecera.
Gracias por su espera y por seguir mi fic!!!
el capítulo 5 fue modificado... no me había dado cuenta de todos los errores que tenía, este esta listo, pero si tienen algun comentario detectan algun error haganmelo saber *W* les agradecería muchisimo sus comentarios, vistas y estrellitas me animan a seguir!!!
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Nuestras almas, nuestras vidas
FanfictionEste es un fic del anime de Banana Fish, contiene un gran spoiler porque parte del ultimo capítulo de la serie, así que si aun no la han visto vayan, disfruten de esa gran obra y luego vienen y leen mi fic Aclaro que los bellos personajes y la tram...