Capítulo 4

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Capítulo 4

Las horas pasaron en el hospital, lentas y tediosas, todos en la sala estaban devastados con las noticias que les había dado Alex, como suponían Lynx estaba muy mal, al borde mismo de la muerte, pero lo que mas les molestó fue que no los dejaran pasar a verlo, todos querían ver al hombre que se aferraba a la vida, el indomable lince que aun estaba respirando y continuaba en este mundo, aunque los reclamos hacia el médico y el personal de enfermería fueron muchos, la condición de las visitas no cambió, se permitían solo dos turnos de visitas al día y cada turno era solo de 1 hora, al final el montón de gritos y demandas de los adolescentes llegó solo a oídos sordos y tuvieron que calmarse.

La situación de allí en adelante fue cada vez mas tensa, mas chinos de la pandilla de Sing llegaron, le informaron en su idioma del asesinato de su hermano, este solo asentía, ya sabía los pormenores, pero como fueran las circunstancias debía realizar sus obras fúnebres, con el resto de chicos allí y la pandilla de Ash reunida, las cosas comenzaron a calentarse, el primero en hablar en contra de los chinos fue Bones, pese a que era un chico sencillo y amable no podía contener sus sentimientos y la ira lo embriagaba.

- Malditos chinos, no deberían estar aquí, cuando Ash despierte los volveremos polvo- masculló fuerte para que los demás lo escucharan y fácilmente estos lo hicieron. Un chico de la pandilla asiática se levantó de su puesto y tomó de la ropa a Bones, siendo este mas pequeño lo levantó del piso.

- Vuelve a abrir tu bocota y te reviento los dientes- le dijo con rabia pero antes de que pudiera moverse mas, su jefe lo detuvo.

- Basta!- le gritó con fuerza y su subordinado soltó la camisa, por lo cual el chico cayó sentado al piso- Nadie va a iniciar una pelea en este lugar, cuando... -su voz se quebró un poco pero suspiró para darse valor y recuperar la compostura- cuando Ash despierte arreglaremos esto- sentenció con seriedad volviendo a su puesto y cruzando las piernas.

Las horas pasaron otra vez en un silencio que parecía agotador, varias veces las enfermeras intentaron sacar a los chicos de la sala de espera, pero Alex, Bones y otros cuantos de Ash se quedaron, igualmente Sing y un par de macancanes que parecían unos guardaespaldas a su lado. El intercambio de miradas recelosas entre los chicos seguía, mientras estaban en eso entró alguien muy conocido para todos en la pequeña habitación y tras de él un hombre de cabellera roja, todos los adolescentes giraron sus miradas al par y se encogieron.

-Qué recibimiento!- bromeó el policía de la prominente calva, el capitán Jekins, mientras miraba alrededor y escudriñaba las caras de cada uno de los presentes, sonrió casi forzosamente

- Tranquilos chicos, no vengo por ustedes- les aseguró viendo el terror en la cara de todos

- Vengo por un hombre muerto que resucitó para nuevamente estar en las puertas de la muerte- dijo y se retiró divertido por la impresión que había causado su llegada en todos los pandilleros, rápidamente el par de policías se dirigieron con el médico de guardia, el cual otra vez ponía su cara más exasperada, hablaron rápidamente y este los condujo por los pasillos. Al llegar a la habitación Dickinson el policía joven y pelirrojo se adelantó.

- Parece que la pasó mal- dijo al estar al lado de Ash, le tocó el cabello como quien consuela un niño, pero este no reaccionó

- Que piensa hacer capitán? Es un testigo clave pero...- lo miró con tristeza y pesar en sus ojos- en este estado no puede hablar- Jekins lo miró de arriba abajo y luego soltó un resoplido como si dejara caer una carga demasiado pesada.

- lo esperaré, estoy seguro que si volvió de la muerte una vez lo hará una segunda- dijo forzando una sonrisa mientras le hacía una seña a su compañero para salir de la habitación.

En la sala de espera una chica alta de belleza extraña y de cabello muy corto entraba a la habitación con un paso ligero.

- Nadia!- se apuró a decir el líder de los chinos y se levantó para darle su puesto, la chica se sentó y no habló por un buen tiempo, Sing se preguntaba que hacía en el lugar, pero no se atrevía a hablarle, sentía tanta culpa por la muerte de su hermano que no era capaz ni de mirarla de frente, pero fue ella quien comenzó a hablar.

- Espero que esté bien, supongo que no está en su mejor condición- dijo dejando escapar una risilla exasperada- ese bastardo debe vivir o Shorter nunca se lo perdonará, si lo encuentra tan pronto en el otro lado seguro lo golpeará- dijo y más risa histérica salió de su boca, nadie le respondió, todos bajaron la vista al piso, ahora ninguno podía ver a la chica a la cara, todos se sentían culpables de la muerte de su adorado hermano.

No mucho tiempo después irrumpieron por la puerta dos personas que no eran para nada inesperadas, Max y su esposa, miraron y saludaron a todos, pero entendiendo el ambiente cargado que había en la sala prefirieron ir con el médico y con los dos policías.

-Doctor yo soy el padre del joven- mintió Max, pero el médico más por aburrimiento y necesidad lo aceptó como familiar, era el primer adulto que parecía responsable en el lugar, además de los dos policías, así que lo condujo a él y a su esposa hasta donde estaba Ash, en el camino le explicó los pormenores médicos y le pidió que firmara unos papeles, luego dejó que los cuatro adultos entraran en la habitación de cuidados intensivos, con las medidas de protección adecuadas.

Ya en el lugar Jesica se lanzó sobre Ash y comenzó a llorar profusamente, su esposo se tapó los ojos con las manos intentando ocultar también sus lágrimas.

- Es la segunda vez que debes salir de entre los muertos, Eiji te espera- le dijo a joven que permanecía totalmente quieto.

- El medico no dijo nada esperanzador, pero yo tengo todas mis esperanzas en él, sé que vivirá- dijo el policía de poco cabello y luego negó con la cabeza como si quisiera deshacer lo dicho- mas bien lo necesito, con Gozline fuera del juego tenemos de una pata el caso, así que con su testimonio muchos peces gordos caerían, Dickinson y Max sonrieron sabían que el viejo policía se había encariñado con Lynx pese a sus rencillas frecuentes y lo escurridizo de su carácter, pero Jessica se puso bastante molesta.

- Si despierta y se que lo hará, ¿qué van a hacer con su identidad? Hasta lo que yo sé figura como muerto- dijo desviando el tema la mujer mientras peinaba los rubios cabellos de Ash. El policía mas viejo pensó un momento para responder, en verdad tenía un problema en sus manos.

- Creo que alguien del área de registros me debe un favor, traerlo a la vida legalmente no será tan difícil, pero sacarlo de esa cama si es su propio trabajo- concluyó luego de pensarlo detenidamente.

Gracias a todos los lectores, me hacen muy feliz sus comentarios!!!!

Nuestras almas, nuestras vidasWhere stories live. Discover now