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Estuvimos hablando de lo que podría querer Jisoo, mientras esperábamos. Sentimos cómo se abría la puerta, y supe que era Jisoo, porque ella tiene llaves.

- Hola.– La saludé con una cálida sonrisa. Ella no se inmutó. Yo fruncí el ceño, por su actitud.– ¿Pasa algo?.– Pregunté.

- Si pasa algo, Lisa. ¿No te dije yo que no tte acercaras más de la cuenta?.– Habló regañándome.– ¡¿Es que no entiendes que mi relación está en juego?!. ¡Estás jugando con ella, Lisa!. ¡Esa chica va a sufrir por tu culpa!. ¡Tuya y de tu maldito orgullo!.– Gritó furiosa.

- ¿De qué hablas, Jisoo?.– Le pregunté confundida.

- ¡De Jennie!.– Gritó.

- ¿Yo qué?.– Preguntó Jennie detrás de mí. Ví cómo los ojos de Jisoo se abrieron cómo platos.

- ¡¿Es en serio?!.– Gritó.

- ¿Qué le pasa, Lisa?.– Preguntó Jennie, pero no pude contestarle más que un encogimiento de hombros, ya que yo estaba igual.

- Lisa, detente con tu jueguecito, porque terminarás haciéndole daño.– Dijo Jisoo, y estaba dispuesta a marcharse cuando tomé su mano para impedirlo.

- ¿Hablas de la "venganza"?.– Pregunté. Jisoo asintió, un poco sorprendida porque lo dije enfrente de Jennie. Comencé a reír a carcajadas.

- ¿De qué mierda te ríes?.– Preguntó.

- Jennie ahora es mi novia, Jisoo. Dejé esa tontería hace tiempo. Deberías actualizarte.– Le dije entre risas. Sentía la pequeña risa de Jennie, también. Jisoo se sonrojó y me miró sin comprender.

- ¿E-es enserio?.– Asentí y Jisoo me miró fulminante.– ¡¿Dejaste que pasara vergüenza, y tú ahí toda de novia?!. ¡Que mala amiga eres, enserio!. ¡Te pasas!.– Su alegoría me  hacía reír aún más.– ¡Y encima no paras de reírte!.

- Lo siento.– Dije, intentando parar de reír.– Es que tú vienes y no me dejas explicarte.– Le sonreí.

- Entonces...¿Están de novias?.– Ésta vez miró a Jennie, y ella asintió con una sonrisa.– ¡Ya era hora, Lisa!. Llevas soltera desde que...Naciste.– Ahora ella comenzó a reír, pero a mí no me causó ninguna gracia.

- Tú y yo sabemos que eso no es cierto.– Hice un pequeño berrinche.

- No vamos a discutir ésto delante de tu novia.– La cara malévola de Jisoo me indicaba que estaba planeando algo.– Aunque no creo que le molestaría saber lo de Somi.– Ahora si que la mato.

- ¿Quién es Somi?.– Preguntó Jennie.

- Su ex.– Respondió Jisoo, haciendo que yo tensara la mandíbula.

- Bueno, ya que hemos aclarado todo...– Comencé a empujar a Jisoo a la salida.– Creo que es hora de que te vayas.– Le sonreí falsamente y luego le susurré al oído.– Ya vas a ver, Chu.– Ella comenzó a reirse y antes de salir gritó.

- ¡Adiós, Jen!.– Y se fue.

- ¿Qué ha sido todo eso?.– Preguntó Jennie con una ceja alzada y los brazos cruzados.

- ¿Eso?. Jisoo.– Dije.– ¿Veamos una película?.– Propuse, para cambiar el tema. Ella me miró extraña, pero igual accedió con un asentimiento.

Vimos unas cuantas películas, y finalmente nos quedamos dormidas. Dormir en la tarde es algo que no estaba dentro de mi rutina, pero al estar con Jennie, me siento tan relajada y cómoda que, por primera vez, me olvido del trabajo.

Sentí cómo Jennie se retorcía en el sofá, y eso me hizo despertar. Al parecer intentaba levantarse.

- Disculpa si te desperté, pero es hora de irme.– Dijo, y yo miré la hora.

- Pero si son las 10 p.m, y vives conmigo cómo para irte.– Dije.

- Para tu información, aún no dejo mi trabajo.– Dijo un poco molesta. Yo la miré con el ceño fruncido.

- ¿Seguirás trabajando en eso?.– Pregunté, y ella asintió.– Estás conmigo, y yo puedo darte todo lo que necesites.– Dije molesta. Era obvio que me enfadaría si otras personas le pagan para tocar su cuerpo.

- Lamentablemente me gusta ser independiente. Adiós.– Dijo y abrió la puerta para marcharse, pero yo tomé su mano y la jalé hacia a mí.

- Te compro el local que quieras, pero no trabajes en eso, por favor.– Le pedí. Ella me miró relajando su expresión.

- Lisa, ¿Crees que yo soy una prostituta?.– Preguntó. No sabía si esa pregunta era clave, pero decidí responder con la verdad.

- Si...Por eso te contraté el primer día...– Dije, intentando no sonar mal.

- Pues te vengo diciendo desde ahora que no lo soy.– Me sonrió.– Puede que haya intentado tomar tu atención el primer día en que nos conocimos, porque me interesaste. Pero eso no significa que voy a acostarme con otras personas ahora que estamos juntas.– Me dió un beso rápido y se fue.

Me quedé perpleja, intentando procesar todo lo que me dijo. ¿Realmente se había interesado en mí cuando me vió?. ¿Entonces, por qué me estafó?. ¿Me había tendido una trampa?.

No entiendo...

¿Debería ir al club a verla?. Si...Así me aseguro de que no la toquen.

Me vestí un poco más casual y me apresuré a tomar mi camioneta. Conduje hasta el estacionamiento y luego bajé directo hasta la entrada.

Al parecer Jennie ya había quitado la prohibición, y pude entrar sin problemas.

Una chica, linda, se me acercó a ofrecerme su "servicio" pero, cómo buena novia que soy, la rechacé.

Distinguí a Jennie en un sofá, bebiedo champagne, y me acerqué a ella. Me sonrió cómo si estuviera esperando a que yo llegara. Antes de llegar a ella, otra chica me habló, pero Jennie inmediatamente la espantó con una mirada. Me senté a su lado, y la besé cómo saludo.

- Entonces...¿Qué es eso de que te interesé?.– Ella bebió sensualmente de su copa y me sonrió.

- Bueno...¿Te acuerdas que estaba con un tipo?.– Asentí, mientras tensaba un poco la mandíbula. Realmente no me gusta recordar eso. Es raro, porque en ese momento no me importaba.– Él es uno de los mejores clientes del local, y me acerqué a él sólo para sacarle más dinero, pero cuando una de las chicas me dijo que estabas tú, le lancé el dinero a la cara.– Jennie rió y yo quedé confundida.

- ¿Me...Conocías?.– Pregunté aún perpleja. Jennie asintió, bebiendo, una vez más, un sorbo de champagne.

- ¿Cómo podría no conocer a la dueña de la empresa a la que siempre aspiré a modelar?.– Rió. Fue en ese instante en que caí en cuenta de su juego.

Prostituta.- Jenlisa [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora