Ha pasado aproximadamente una semana desde ese día en que Jennie me dijo todo, y hemos estado mejor que nunca.
Ahora me encontraba en mi casa, sentada en el sofá viendo películas con la mejor chica del mundo, cuando derrepente escucho el timbre, lo cual se me hace bastante extraño, ya que no recordaba haber invitado a alguien.
Me levanto a abrir la puerta y me encuentro con Margot sonriendo.
- ¿H-hermana?. ¿Qué haces aquí?.– Digo, pálida como la nieve.
- Te dije que regresaría, Lisa.– Dijo con total tranquilidad, pasando adentro.– ¿Y bien?. ¿Donde están tus maletas?.– Dijo feliz.
- ¿De qué hablas?.– Pregunté, cerrando la puerta.
- Bueno. ¿Te acuerdas de nuestro trato?.– Alzó una ceja.– Esa chica ya debe haberte dado razones suficientes para no querer volver a verla.– Dijo con seguridad.
- ¡Hola, cuñadita!.– Apareció Jennie, sonriendo con sarcasmo.
- No puede ser.– Margot quedó helada, y Jennie sonrió aún más.
- ¿No se alegra de verme aquí?.– La abrazó.
- Jennie.– Dije, con un poco de gracia al ver la cara de mi hermana.
- ¿Q-que es esto?. ¿En serio?.– Preguntó mi hermana incrédula.
- Pues sí, Margot.– Me encogí de hombros.– Al parecer, no me voy a Tailandia.– Sonreí.
- Dios mío, Lisa, reacciona.– Se acercó a mí, ignorando a Jennie.– Vamos, solo será un tiempo.
- Ya he dicho que no, Margot.– Dije seria.
- S-si quieres puedes llevar a tu...A esa chica.– Dijo, suplicando.– Pero por favor ven conmigo.
- A mí no me molestaría tomar un viaje.– Agregó Jennie, y ambas la miramos sorprendidas.
- ¿Qué dices?.– Pregunté.
- E-ella tiene razón.– Sonrió Margot, aprovechándose.– ¡Solo serán un par de semanas!.
Suspiré, rindiéndome a los ojos de cachorro abandonado de mi hermana, y a la emoción de Jennie.
- Esta bien. Pero tú te vienes conmigo.– Apunté a Jennie, quien sonrió pícara.
- Siempre lo hago.– Comentó en voz baja, a lo que no sirvió de nada porque ambas escuchamos.
- Dios, eso es asqueroso.– Exclamó Margot.
- Pues tápate los oídos en el avión, cuñadita.– Sonrió Jennie.
- ¿Avión?.– Preguntamos ambas al mismo tiempo.
- ¿Quieren ir a pie o qué?.– Preguntó.
- Pues, iremos en un jet privado, así que es un poco diferente a un avión.– Respondí.
- Lo siento, no entiendo cuestiones de niños ricos.– Rodó los ojos con gracia.
- Concuerdo contigo.– Rió Margot.
- No bromees, Jen, que tú me comentaste una vez que viajaste en el de tu tío.– Dije riendo. Nuevamente Margot se sorprendió.
- Ya, ya. Mejor preparen sus maletas, que nos iremos pronto.– Dijo Margot, antes de irse.
- ¿Cuando es "pronto"?.– Preguntó Jennie.
- Si es ella la que lo dijo, sería mañana.– Respondí.
Ambas preparamos nuestras maletas, y nos fuimos a acostar.
Siempre teníamos unas pequeñas conversaciones antes de dormir, y hoy no fue la excepción.
- ¿Por qué has evitado ir a Tailandia por el último tiempo?.– Preguntó Jennie.
- Digamos que no tengo buenos recuerdos ahí.– Reí nerviosa.
- ¿A qué te refieres?.– Preguntó.
- No querrías saberlo.– Dije.
- Si no quisiera saberlo, no te lo habría preguntado, genia.– Rodó los ojos.
- Bueno...Antes no era muy...Linda. Al parecer a la gente no le gustaba eso, así se dedicaban a...Insultarme, y burlarse de mi apariencia.– Dije recordando todo. Me sorprendí al ver que sonrió.
- ¿Es eso?.– Dijo riendo. Asentí, sin comprender.– ¡Lisa!. ¡Han pasado años!. Ahora estás conmigo, y me amas. ¿No?.– Nuevamente asentí.– No tienes de qué preocuparte...Te amo, cariño.– Me besó, y me abrazó. Fue un abrazo cálido y reconfortante. Me encanta estar así con ella. Es tan especial para mí.– Eres hermosa, para mí, y para todos. Y a los que piensen lo contrario, que les den por el culo.– Finalizó, haciéndome reir.
Me quedé dormida con su calidez, y tuve el mejor sueño...Con ella.
Al despertar, nos dirigimos rumbo a Tailandia.
Margot se comportaba un poco más amable con Jennie, y Jennie con Margot. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, a lo que yo me sentía muy contenta.
- ¿Han pensado en su futuro?. Como pareja, me refiero.– Preguntó Margot, bebiendo champagne.
- Yo sí, lo he pensado bastante.– Contestó Jennie, para mi sorpresa.
- ¿Y qué opinas?.– Preguntó mi hermana.
- Creo que seríamos muy felices, mientras nos mantuvieramos juntas. Ella me hace feliz, y me encantaría pasar con ella el resto de mi vida. Es un poco apresurado, y no hablo de matrimonio ni nada por el estilo, pero algún día, si me gustaría tenerla de esposa.– Dijo sonriendo. Casi grito de la emoción. Menos mal a cambiado de parecer respecto al matrimonio...
- Wow...No me esperaba eso.– Respondió Margot.– Estoy de acuerdo...– Sonrió.– ¿Y tú, Lisa?.– Me preguntó. Ambas me miraban esperando mi respuesta.
- Pues me encanta lo que ha dicho Jennie, y la verdad, pienso lo mismo.– Sonreí, y besé a Jennie en la frente.
- Eso lo dice porque no sabe que inventar.– Susurra Margot, haciendo que Jennie ría. Al verla sonriendo feliz, hace que mi corazón se agite.
Estoy demasiado loca por esta chica. Ella me hace olvidar todos los problemas. Me hace sentir hermosa, y segura de mí misma.
No necesito a nadie más que a ella.
- Te amo...– Le susurro en el oído, haciéndola sonreír, mientras me susurra un "También te amo".
Y así, es como me doy cuenta de qué es lo que tengo. Un futuro está planeado, y solo falta vivirlo. Tengo el resto de mi vida para verla feliz, y así yo también seré feliz. El destino quizás nos tenga preparado otra cosa, pero estoy casi segura de que ella está en todos mis destinos.
Amar a Jennie es lo mejor que me ha pasado, y también amo la bizarra manera en que se convirtió en amor.
Un largo camino nos queda por recorrer, pero mientras estemos juntas, seremos fuertes y felices.
Te amo, Jennie Kim.
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Prostituta.- Jenlisa [G!P]
Fiksi PenggemarLalisa Manoban, es una mujer de 22 años que maneja la empresa "L&M" que, con mucho esfuerzo, había levantado, siendo una de las más exitosas del mundo. Pero un día, después de que su mejor amiga Jisoo, la convence de ir a un prostíbulo, definitivame...