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Preparé unos bocadillos, y le serví a la chica. Se veía adolorida, y a penas podía caminar. Me siento muy mal por haberle hecho daño.

Aún quedan cuatro horas de "servicio".

- Aquí tienes.– Le sonreí mientras le entregaba un platillo. Me senté en frente de ella. Nos encontrábamos en el comedor.

- Gracias.– Comenzó a comer. Se veía muy tierna con sus cachetitos inflados.

- ¿Cómo te llamas?.– Le pregunté mientras apoyaba mi codo en la mesa, y mi cabeza sobre mi mano.

- Gata.– Sonrió. Me había dicho su nombre "artístico".

- Hablaba de tu nombre real.– Reí. Ella rió también. Que linda...

- Jennie.– Dijo con total tranquilidad.– ¿Y tú?.

- Lalisa.– Sonreí.– ¿Qué edad tienes?.

- Tengo veintitrés años. ¿Y tú?.

- Veintidós.– Sonreí. Es mayor que yo por un año.

Cuando terminamos de comer nos pusimos a hablar de cosas aleatorias, cómo su cumpleaños, o las veces en que le pasaron cosas graciosas con algún cliente, y yo contaba unas anécdotas de mi vida...Realmente interesante.

Decidimos ir a la habitación, para ver la película.

- ¿Cuál veremos?.– Dijo emocionada. Parecía una niña pequeña. No entiendo por qué trabaja en el club. Ella no parece ser de ahí...Al menos no ahora.

- Enredados.– Dije con una sonrisa.– ¿Te gusta?.– Ella asintió fervientemente.

- Me encanta. Es mi película favorita.

Puse play, y comenzamos a verla.

Es extraño...Debería estar teniendo sexo alocado con una prostituta de calidad. Pero en cambio, estoy viendo una película infantil con una dama.

Ella es muy linda, y llama mucho mi atención...

Sonó una alarma.

- ¿Qué es eso?.– Pregunté, mientras ella apagaba la alarma de su celular.

- Se ha acabado la hora.– Dijo. Su cara cambió completamente, a una pícara y de burla.– Muchas gracias, Lalisa.– Dijo, se paró y saltó.– Ups, extrañamente me siento mejor. Adiós.– Salió, riendo a carcajadas. ¿Me acaba de estafar?.

No puede ser...Me dejé llevar por su faceta de niña buena. La ayudé y la  muy...¡Agh!.

Me siento frustrada, e irritada. ¡¿En serio perdí un buen sexo por mi buen corazón?!. ¡Encima perdí dinero!.

Ella me las va a pagar...Ésto no se va a quedar así.

Llamé a Jisoo, y contestó casi de inmediato.

- ¿Lisa?.– Dijo entre jadeos. Se escuchaban los gemidos de una chica.

- ¿Estás teniendo sexo?.– Pregunté asqueada.

- ¡No eres la única que puede tener!.– Dijo. Aún así parece que seguía, porque la otra chica no paraba de gemir.– ¿Qué necesitas?. Estoy ocupada.

- Ya lo noté.– Dije irónica.– Necesito que me lleves de nuevo al prostíbulo.

- ¿Y eso?. ¿La chica de oro no te dejó satisfecha?.– Rió.

- Ni me hables de esa perra. Me ha estafado, fingiendo que tenía dolor.– Escuché la carcajada de Jisoo.– ¡No te rías!.

- Eres tan patética.– Seguía riendo.– Te envío mi dirección por WhatsApp, porque estoy en las habitaciones. Tú llegas sola.– Dijo y cortó.

Prostituta.- Jenlisa [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora