Pure Psychology (순수 심리학) |Kwon Ji Yong|

41. Arrepentimiento.

~2 años después~

- ____, realmente estoy orgulloso de ti -sonrió la persona del otro lado del escritorio- estás curada de todo.

Sonreí orgullosa, luego de muchísimo tiempo, las amenazas, las pesadillas... todo había desaparecido.

- Hoy mismo te daré de alta -dijo mi psicólogo escribiendo- podrás volver a ejercer tu profesión.

- Muchas gracias doctor -dije con una sonrisa.

- Dime Juan ____, por favor nos conocemos hace más de dos años -rió mientras firmaba- toma -Me entregó la hoja que recién escribía- este es tu certificado de alta, yo ya informaré tu estado y ya podrás volver a trabajar. 

- Gracias Juan, gracias por todo -sonreí mientras iba a la puerta.

- Oh y ____...

Voltee a verlo.

- Felicidades por tu compromiso -dijo sonriente- te veré mañana en la noche.

Le sonreí y salí del cuarto.

Si, iba a casarme mañana en la noche. 

Al tiempo que comencé el psicólogo conocí a Marcos, mesero de la cafetería donde frecuentaba casi a diario. Me tomo mucho tiempo poder quitarme a Ji Yong de la cabeza, pero decidí comenzar a vivir a mi manera y bien, aquí estamos. 

No tuve mas noticias de Kanya ni de los demás, cambié mi número de teléfono ya que no quería saber de ellos hasta que pudiera sentirme mejor, yo sé que hice mal pero ya no quise hacer más daño a nadie.

Conducí hacia casa, donde siempre mi madre me esperaba con la cena hecha, mi padre trabajaba hasta tarde así que lo veía en la mañana. 

Al llegar mi madre me abrazo con fuerza y nos sentamos a cenar, reíamos mientras ella contaba tonterías que yo hacía de pequeña.

- Oh mi pequeña ___, que ya mañana se casará -dijo un tanto risueña.

Sonreí ante su expresión. 

- Yo sé que estás nerviosa, pero cuando una se casa con quien ama, no hay nada que temer.

Me quede en silencio unos segundos, no supe que decir.

- Ire a hacer unas cosas a mi cuarto mamá, duerme bien -dije sonriente mientras iba hacia mi cuarto.

- Tu también-dijo desde la cocina.

Entre a mi cuarto y lo primero que vi, fue a Copito durmiendo en mi cama, lo acaricié unos minutos hasta que mi celular comenzó a sonar.

- Hola cariño -escuché desde el otro lado de la línea.

- ¿Cómo estás? ¿Como te fue hoy? -dije mientras continuaba acariciando a Copito.

- Muy bien, en la fábrica nos tienen como esclavos -se quejó- estoy muerto.

- Oh, bueno a mi me fue bien -sonreí- me dieron el alta y...

- Que bueno querida, oye te corto porque ha venido mi pizza -dijo interrumpiéndome- mañana seremos marido y mujer.

- Cierto -dije- bien te dejo ir a comer.

- Gracias, te amo, bye.

Antes de que pudiera contestar el ya había cortado, tenia una personalidad algo... diferente.

Mire mi celular unos  segundos, dudaba si realmente llamar a Kanya, tenía su número anotado como el de todos... el de él también lo tenía.

Tome una bocanada de aire y marque su número, un tono, dos tonos...