•Capitulo uno•Re-Editado 19-nov
—¡Acabas de pisarme, James!—
—Peter deja de tocarme el trasero.—
—Shhh—
—Madame Pomfrey está cerca, ¿Pueden disimular?—Remus asusta a los tres chicos debajo de la capa. Está cae al suelo, dejando a la vista a Peter, James y Sirius con unas sonrisas nerviosas y pijamas.
—¿Cómo te sientes?—Peter pregunta con voz lenta
—Bien.—Remus, el cual tiene cortes sangrantes y golpes recientes hace una mueca, restándole atención.
—No.—Sirius suelta una risita—Dumbledore está bien, tu te ves del asco.—
—Parece que un hipogrifo estuvo bailando tango sobre tu cuerpo escuálido.—Se esparcen por el lugar, rodeandolo en silenció.
—Gracias por sus mentiras piadosas, chicos.—
—Queriamos contarte que decidimos hacer lo de los animagos...—El de anteojos ignora la expresión enojada de Lupin y mira a Sirius, el cual se encarga de terminar con las palabras de James.
—Con o sin tu consentimiento.—
—¿Puede que sus neuronas sufran de un grado de estupidez del mismo tamaño de Marte?—Remus se lleva una mano (Vendada) a la cara, resfregandola.
—Cierra el pico Lupin, no compares nuestra inteligencia incomprendida con planetas.—Sirius frunce el ceño
—¿Pero como seremos animagos sin la ayuda de Remus?—Peter habla curioso
—Hay algo llamado biblioteca, dentro contiene libros y dentro de los libros contiene información de todo tipo mi querido amigo cabeza de troll—James lo mira con ironía.
Antes de que Pettigrew pueda responder con su voz aguda, unos golpes a la puerta hace que los merodeadores parados den vueltas en círculos como hormigas. James agarra la capa de invisibilidad y los tapa rápidamente a los tres, mientras que Remus cierra los ojos y se tapa hasta la nuca.
—Lamento venir a esta hora, Pomfrey...—Se escucha una voz baja, débil.
—Afrodita, dije que no te disculpes por venir. ¿Se te acabó devuelta?—James inhala fuerte y ondo al sentir como Sirius lo pisa, queriendo llamar su atención al frente (Algo que fue super inecesario porque ya estaba mirando).
—S-Si.—Pomfrey se mueve un poco, dejando ver a una pelinegra ojerosa y en bata.
—Sabes... No es tarde para detenerse, White. El mundo es frío pero eso es señal para que alguien prenda una fogata.—La mujer revuelve entre sus cajones mientras habla.
Frida White se mantiene de pie, a pesar de que su rostro expresa cansancio puro y un toque de dolor en sus ojos. Parece sufrir de jaqueca pero sería inocente afirmar eso.
¿Detenerse? ¿Fogata? ¿A qué se refería?
—Este tema ya está terminado, Pomfrey—Niega mirando a la mujer. —No correré riesgos de que hieran a Aga.—
James mira a Sirius con el ceño fruncido
—Pero esos riesgos no sabes si son reales.—La mujer se da vuelta con una mirada blanda, algo super ajeno a la enfermera de mal carácter y voz altanera.
—Enserio, no quiero discutir de esto y menos aquí.—Habla de mala manera, lo que la hace cerrar los ojos e inhalar ondo—Disculpa Pomfrey. Esta noche fue dura y solo quiero descansar...—
—Toma.—Le tiende un pequeño frasco con un liquido de color azul metalizado. Afrodita lo agarra y le sonríe —Sabes que a pesar de que te ayude, no estoy a favor de toda esta locura.—
—No te puedo prometer algo que no voy a cumplir. Estoy harta de compromisos y se que lo que yo sufro, lo sufres conmigo pero...—Se cruza de brazos—A veces el esfuerzo vale la pena por proteger a quienes amas.—Levanta los hombros derrotada
Ambas se dirigen a las grandes puertas y se despiden afuera. Luego de unos minutos Pomfrey entra a enfermería y vuelve al lugar donde anteriormente estaba.
Los merodeadores esperan unos largos minutos, hasta no escuchar los ronquidos de Pomfrey, no se quitaron la capa.
—¿Que acaba de suceder?—Peter susurra, viendo cómo Remus (Con dificultad) se vuelve a acostar boca arriba y mirarlos con la misma curiosidad en los ojos que ellos.
—No lo sé, pero me suena a misterio con un sabroso aroma chismoso— James mira a Sirius, el cual está pensativo.
—Potter, misterio chismoso que no te interesa.—Remus mira con reproché al miope
—Pero es interesante, está mi chica involucrada.—
—Sirius... Frida no está ni de cerca a ser tu chica.—
—Oye Black, ¿Quieres conseguirte una chica de apellido del color contrario al tuyo?—James le sonríe pícaramente a Sirius
—Black, no.—
—Black, si.—
—Tu cállate.—
—Potter, si.—
E
STOY EDITANDO AAAAAA
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Afrodita➝SiriusBlack
FanfictionSirius Black no era alguien que piense en otra cosa que no sean bromas pesadas que hagan poner los pelos de punta a McGonagall, hasta el día que encontró a Afrodita White en enfermería a altas horas de la madrugada con una sospechosa charla con Mada...