Sirius Black no era alguien que piense en otra cosa que no sean bromas pesadas que hagan poner los pelos de punta a McGonagall, hasta el día que encontró a Afrodita White en enfermería a altas horas de la madrugada con una sospechosa charla con Mada...
Las miradas que se dirigían hacia Frida era sumamente estresante para ella. A cada lugar que se dirigía, escuchaba los susurros a sus espaldas y miradas con desconfianza.
Importandole poco aquello, se dirigió hacia el retrato de la sala de Gryffindor y entro con su postura rígida, directo hacia su habitación, pensando en comer Brownie:Cosa que no le fue permitido.
-¿Ya ni me dirigirás la mirada?-Sus pasos se detienen lentos. Se da la vuelta y mira con cansancio a su hermano gemelo.
No, esto no iba a terminar.
-Aga, en serio necesito dormir. No quiero disc...-
-¿Tampoco me dirás cual es el secreto que escondes con papá?-Hace un ademán exasperado. Su nariz respinguda se arruga a menudo, al igual que la de la otra pelinegra.
-No se porque salieron esas palabras de su boca, ¿Si?-Levanta sus marcadas cejas con notables ganas de terminar con la conversación- Tu mas que nadie sabe los secretos que Francisco esconde.-
Mentiras y mas mentiras. ¡Dile la verdad y deja de asustarte con que el esté esperando bajo tu cama! Es tu padre. ¿Que te hará de todos modos?
Arruga la nariz ante sus propias palabras internas, sabiendo la respuesta.
-Frida...-El se acerca a la pelinegra-¿Porque papá es tu mayor miedo?-
-Aga...-Vacila mirando a todos lados que no sean los mieles ojos de su hermano.
-¿Que hizo el que te da tanto miedo? Vi el pánico en tus ojos.-Inhala ondo, juntando valentía; Lo mira a los ojos.-Tu no eres de tener pánico. -
-Soy humana.-Le responde con simpleza
-Frida, porfavor-Hace una pausa suspirando- ¿Que hizo?-
Sus ojos convirtiendose en un partido de pin pong entre sus ojos, cuando abre la boca para decirle la verdad pero tres Merodeadores entran a la sala común, haciendo que ambos hermanos se alejen los unos a los otros, aun con sus ojos enganchados.
El lugar queda en un enorme silencio, hasta que el carraspeo y pasos hacia Frida de James la hacen ponerse en alerta.
-Frida, quería disculparme por lo que paso.-James la mira con arrepentimiento en sus ojos-Enserio no quería que nada de esto afecte a tu familia. Lo lamento.-La pelinegra se toma su tiempo en leer las expresiones del miope para luego asentir con desdén. El con media sonrisa camina hacia las otras escaleras que dirigen hacia las habitaciones de los hombres.
Al ver como Pettigrew y Black no se marchaban, Frida se despidió con una mirada hacia su hermano y sube las escaleras rápidamente.
