Tres días más tarde, finalmente volví a casa. Tenía mucho por hacer,entre otras cosas dejar mi empleo y explicarles a mis padres que meiba a mudar. A los pobres les iba a dar un disgusto, siempre me han tenido cerca y que Ángel se mudase ya fue un duro golpe para ellos.
-¿Cómo que te vas?- Gritó mi madre. Casi se le derrama la taza decafé que llevaba en la mano- Hija, no me des estos sofocones, de verdad te lo pido.
Mi padre miró a mi madre con una ceja levantada. Suspiró conresignación y luego me miró a mí.
-Hija, ¿te lo has pensado bien? ¿No crees que es un poco precipitado?
-Bueno, papá. Creo que Samuel me necesita más que mamá, sobre todo con lo que está pasando con Nina. Además me ha conseguido un trabajo mucho mejor que este, y también estaré más cerca de Ángely de Lidia. Son más las cosas que me llaman allí que las que tengo aquí.
- ¿Y qué pasa con nosotros?- Gimió mi madre.
-Mujer, la niña tiene razón. Nosotros somos sus padres, pero su novio está allí, y su hermano. Si tiene la posibilidad de trabajar allí... ¿En qué dices que vas a trabajar?
-En... en una recepción. Ya sabes, atender llamadas, citas, agendas,cobrar... esas cosas.
- ¿En un hotel?
- No, más bien... bueno, es en el estudio de tatuajes- dije mirando de reojo a mi madre.
- ¡Lo sabía! ¡La va a convertir en un monstruo como él!
-Ignora a tu madre, cariño. Aquí nadie va a convertir a nadie en un monstruo.
- Lo sé.
- Y tú quieres, eso, ¿verdad? Estar allí.
- Sí. Además, a Nina le queda muy poco tiempo, quiero estar allí con ella, y con Samuel hasta que... bueno. Pase.
-¿Pero... se va a morir?
Asentí. No quería hablar de ello. Me rompía el corazón y me sentía triste y deprimida.
Mi madre ahogó un gemido por la sorpresa. Mi padre acarició mi mano suavemente. Yo intentaba no llorar.
- No sabes cuánto lo siento- exclamó al fin mi madre.- Esa niña esadorable. Qué disgusto, tan joven. Hija, tienes razón, debes estar allí.
Miré a mi madre y pude ver perfectamente que lo decía sinceramente. Sus ojos estaban aguados y yo estaba a punto de echarme a llorar también.
-Vamos, te acompaño a hablar con tu jefe-. Dijo mi padre, poniéndose de pie. Seguramente para evitar pensarlo mucho y acabar llorando él.
-¿Pero ahora?
-Cuanto antes mejor. Tienes que estar al lado de tu familia, y Samuel y Nina son tu familia ahora. Ese muchacho te va a necesitar.
-Gracias papá. Pero no sé, no hace falta que vengas.
-Bobadas. Ese tipo es un explotador. Seguro que te obliga a seguir trabajando una semana o algo así. Conmigo no va a poder-. Dijo,absolutamente convencido de ello.
Sonreí a mi padre. Mi madre no dejaba de llorar en el sofá con la manosobre la cara, me sentí mal, aunque no tenía la culpa de nada. Dar malas noticias se me daba fatal.
-Estará bien-. Me aseguró mi padre, cuando salimos del piso.
-Imagino que sí. Yo también voy a echar de menos bajar a desayunar con vosotros.
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El Placer de la Gula Más Absoluta
Romance¿Quien soy? Pues Edel. Una chica gorda, con un trabajo de mierda que vive encima de sus padres. ¿Y quién es Sara? Ella es mi mejor amiga, rubia, preciosa, de esas chicas que adora todo el mundo. ¿Y qué pasó la noche que mi hemano me emborrachó con t...