XVII

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Hay personas refugio
y hay personas tormenta.

Las primeras son primavera
que te hace florecer al preludio
y a madurar frutos te enseñan.

Las segundas son quimeras,
impredecibles desastres de junio,
que inevitables se estrellan.

Ambas dormidas, cuando despiertan:
se decepcionan de ser refugio;
con más impulso revientan.

Versos incautosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora