Mi Instructor Of Sex ♠ JohnIl

Doce

—Eres un imbécil —le dije a DongHyuck mientras me levantaba y tomaba mis cosas.

No podía creer que me estuviese diciendo aquello ¿Acaso quería fastidiarme? Por primera vez estaba feliz luego de tanto tiempo y él no lo estaba por mí, pensaba que era mi mejor amigo.

Salí del lugar enojado y comencé a caminar directo a mi casa. DongHyuck me había quitado todos los ánimos que tenía, así que no me importaba si era demasiado temprano, simplemente quería recostarme en mi cama y dormir hasta el día siguiente.

Pero apesar de eso no podía sacarme de la cabeza todo lo que me dijo. ¿De verdad John podría hacer algo tan malo como para matar a Wooseok? Y si fuera verdad ¿Por qué razón lo haría? Nada cuadraba con nada, así que deje de hacerme ideas, seguro todo era inventos de DongHyuck.

Seguí caminando y al llegar a casa vi estacionado el Lamborghini de John. Eso me puso un poco feliz, tan feliz que en un santiamén olvide por que estaba enojado.

Pero sin notarlo, unas manos se colocaron sobre mis ojos, tapandome completamente la vista y poniéndome un poco nervioso.

—¿Quién soy? —al oír su voz supe perfectamente de quién se trataba.

—Mmm tengo la ligera sospecha de que eres John Seo, pero no lo sé, dímelo tú —dije bromeando.

Él se apartó un poco para después abrazarme por la cintura y comenzar a dejar pequeños besos en mi cuello.

—Te extrañé —me dijo con tristeza.

—Pero ¿Por qué, si nos vimos ayer?, además te fuiste sin despedirte —dije y me safe de sus brazos para colocarme frente a él.

—Bueno, estabas hablando tan entretenido con tu amigo que no quise interrumpir —dijo y me dio un beso en los labios.

—Oh sí, habla con Donghyuck —dije riendo al recordar a mi mejor amigo.

DongHyuck...

Mi sonrisa de había desvanecido rápido al recordar todo de sopetón. Mierda.

—¿Taeil, qué te pasa? —despeje mi mente cuando John me habló, la verdad necesitaba hablarlo con él, pero no quería meter en problemas a DongHyuck.

—Nada, no es nada —mentí —¿Quieres pasar? Podemos pedir pizza o hacer cualquier otra cosa.

—Yo tengo una mejor idea —ni siquiera había entendido del todo a que se refería, pues me llevaba del brazo hasta acercarnos a su Lamborghini, ambos nos subimos y no tardó en arrancar el coche.

—¿A dónde vamos?

—Ya verás, bebé. —piso el acelerador y salimos como rayos hasta la autopista.

Para ser sinceros, me estaba entrando un poco el pánico. Llevábamos casi media hora en la misma autopista que parecía no tener fin. John se negaba a decirme a donde íbamos exactamente así que no tenía de otra más que esperar.

Finalmente nos detuvimos en una playa. Esta estaba completamente solitaria, no había ni un alma rondar por aquel lugar, pero a decir verdad se veía muy hermoso el lugar.

Me agradaban los lugares tranquilos, y ese era uno de ellos.

—¿Habías venido antes aquí? —me preguntó mirándome directamente a los ojos.

Dentro del coche había un silencio que no era incómodo, sino agradable y tranquilizador. Suspire aliviado y negué con la cabeza.

El día era nublado y el viento un poco brusco, pero agradable. Apesar de que no me gustan los climas fríos y tristes, está vez era la excepción.

—Taeil —John me habló, tratando de buscar mis ojos distraídos, pues no podía dejar de mirar el paisaje. Me volteé hasta donde estaba él y sin dejarme reaccionar me besó.

Sus labios se sentían fríos y húmedos, algo que me gustó bastante pero también tenían un leve sabor a menta. Me encantaba.

Lentamente me fuí montando sobre él hasta quedar sobre su regazo, John no paraba de besarme, así que sin separar sus labios de los míos fue empujando el respaldo de su asiento hasta quedar completamente recostado.

—¿Qué haces? —le pregunté al separarme de su boca para tomar ventaja e inalar todo el aire que me hacía falta.

—Está será otra de nuestras clases —susurró...