II

891 105 18
                                    



["Eres demasiado lindo para mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

["Eres demasiado lindo para mí.

Bebé, lo sé. Es verdad.

Incluso cuando recién despiertas,

Eres más bonito que cualquier otra que haya follado.

Bebé, tuve buena suerte contigo.

No creí que llegaríamos tan lejos

Y es solo el comienzo..."]

–Scary Love, The Neighbourhood.







Estaba en serios problemas, gracias a que nunca le podía decir que no a su novio, debería ser delito que tuviera una cara tan linda para conseguir todo lo que quisiera.

¡Quiero tener sexo contigo!...

Esas simples palabras retumbaban en su mente por motivo morales, él también quería hacerlo, de hecho desde el primer instante que lo vio pudo imaginar todas las posibilidades, lo que no se espero fue enamorarse de él.

Sin embargo, había muchas cosas de por medio. Principalmente había una diferencia de casi 5 años, ya que pronto su novio tendría 19, era primo de uno de sus mejores amigos; Víctor y por último el sentía que no merecía hacerlo con su novio.

Tenía un pasado muy desastroso, antes de conocer a Yuri, no pensaba en relaciones formales. Terminaba con cualquiera que fuera de su gusto en su cama.

Pero al conocer a esa pequeña cosita rubia, de ojos verdes y tremendo carácter, todo su mundo cambio.

Empezando por el hecho de que nadie quería que se acercara a Yuri con tremenda reputación, Víctor fue el que más enloqueció cuando tuvieron su primera cita y ni hablar de todos los pretendientes que su Yuri tenia. Aunque de todos ellos aún no entendía porque el rubio había escogido al peor, pero estaba agradecido con eso.

Llevaban tres hermosos meses de relación oficial y en una de sus improvisadas citas, Yura le pidió, más bien, le exigió tener sexo con él.

Y si algo estaba más que claro, era que cuando su novio quería algo, lo obtenía...

Por eso ahora se encontraba ahí, en el cuarto del rubio, observando como este se desnudaba sin ningún pudor frente a sus ojos.

No pudo evitar pensar en que el señor Nikolai podía llegar en cualquier momento.

– ¿No vas a quitarte la ropa, Beka? – ¡Oh no! Ahí estaba esa dulce vocecita de inocencia con la cual su novio se expresaba, sabía perfectamente que era su debilidad, eso era jugar sucio.

Oficialmente LegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora