Día 4

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"Juntos para siempre", aquella frase desprendía una ironía increíble. ¿Como se puede prometer algo así? Sabiendo que al final, por más bonita y dulce que suene, es imposible. Sin embargo, había llegado a creer que lo era; al fin y al cabo, el amor que sentía lo había cegado por completo. 
Nunca pensó en una vida sin Craig, y no se dio cuenta de lo mucho que lo necesitaba, hasta que finalmente lo perdió. Estaba completamente seguro, de que, por más que el morocho se hubiera quedado a su lado, llegando a la vejez y atravesando toda la vida juntos, el dolor en el pecho sería el mismo, o incluso peor. 

Estaba desamparado, la agonía constante y la soledad lo iban matando lentamente, apostó todo a una vida sin él, se había adaptado —o eso quiso pensar—. Pero al parecer, estaba destinado a sufrir hasta el fin de sus días, porque ahí estaba su nombre nuevamente, recordandole que era utópica la idea de olvidarle. 

—¿Qué he hecho? —Preguntó en un grito ahogado a la nada.—¿Qué he hecho para merecer esta tortura? —La pantalla de su teléfono se ilumino. 

Leyó el mensaje para sus adentros. 

"¿Desde cuando te molesta mi presencia?"

No tenía respuesta, a cambio, tenía mil y un preguntas. ¿Realmente era él? ¿Podía escucharlo? ¿Qué estaba pasando?
Cuando finalmente se dispuso a hablar, llegó otro mensaje: 

"Sé que tienes muchísimas preguntas, yo también las tengo"

Se le heló la sangre. ¿Era real? 

—¿Realmente eres tú? —Cuestionó inseguro. Los nervios lo carcomieron rápidamente mientras esperaba el siguiente mensaje.

"¿Quien más podría ser?" 

—¿Realmente eres Craig Tucker? —

Sin ti - Creek - Tweek x CraigDonde viven las historias. Descúbrelo ahora