Los días malos siempre están, de los que te gustaría ser de esas extrañas aves que entierran la cabeza, en los que la tragedia es el final que parece mas conveniente.
No es por esos días por lo que tome está decisión (no debería ser por esos días por lo que se tome semejante decisión); considero tener un motivo evolucionado de la vida y la muerte: por qué uno debería vivir y por qué dejar de hacerlo. Para vivir para cada uno las razones son infinitas, para morir son finitas.
Una vida vacia es ahogarse en un grito que resuena en ecos sucesivos; siempre dentro del deseo y jamás exteriorizado, ni siquiera dentro de las cuatro paredes de tu miserable hogar. Se siente como la muerte de los sueños. Igual al final de todo: pasé por esa etapa, y sí está decisión estuviera basado en ello, también, lo entendería y compartiría; pero tampoco es mí caso: pude ser fuerte para superarla, sin embargo sé lo complicado que puede ser darle sentido a la vida, o volver a confiar en ella.
De hecho, esta obra, que puede ser juzgada de dramatica, es mi manera de gritar. De gritarle a la vida, a la injusticia, de demostrar mi amor a mis seres queridos...ami propia existencia, de gritar a los críticos, a los entrometidos, a la indiferencia (que es mas nociva que el mas cruel critico), a la avaricia, a la justicia, al amor, al odio, al dolor, a mi vecina, a la p* ley, a la plata, al capitalismo, a la p* pobreza; a todo aquello a lo que voy a dejar y amo, y a todo aquello que impide que me vaya como 'realmente' deseó, a todo lo malo y a todo lo bueno de este mundo. Es la manera que encontre de hacerme oír, aún, en, y con, mi muerte: gritarles con la dulce obra de mi final.
Que entiendan las personas que juegan a ser jurados de vidas ajenas todo el mal que pueden causar. Que tomen noción de sus acciones y de la falta de ellas, pues nadie debería tener el poder de condenar a nadie, y que sobre la vida únicamente el sujeto debería decidir sobre ella. Si la "EUTANASIA" fuera legal yo no habría muerto sola.
A menudo me pregunto ¿en qué mundo vivimos? En donde los extraños tienen mas derechos sobre nuestra existencia que uno mismo. En donde nacimos condicionados a leyes ridículas, débiles y contradictorias. En donde somos presos de la pobreza o la riqueza. Donde resulta hasta patético respirar: ¿cómo fue qué llegamos a tanto? ¿en qué momento transgredimos las emociones? ¿en qué momento nos convertimos en esto, en nada?
Reconociendo que nada somos y a la nada vamos, me resulta hasta práctica la elección que tome.
Me hice cargo de la realidad ya no podía seguir fantaseando con una posible salida. Vamos, que delirar con cosas bonitas siempre fue mi cargador; y aún no esta gastado ni roto...solo decidí arrojarlo bien lejos de mí. Porque ya no puedo vivir alimentada de los sueños, debo tragar un buen trozo de realidad; aunque en este caso, en ojos ajenos, resulte venenosa.
(Ésta novela corta, o cuento largo constará de veinte capítulos; por lo que está próxima a finalizar. Con afecto su servidora)
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Una Muerte Determinada
Short StoryCohelo dijo que un suicidio implica pensar primero en uno, y eso no es verdad. Busco quien me haga la portada.