El Orgullo De Suna

Nos vamos a Amegakure. pt2

El Kazekage  hojeaba  algunos archivos que cubrían su escritorio de punta a punta, aparentemente absorto en su trabajo. Mas sin embargo en el interior, su mente estaba en resolviendo otros lios, algo realmente alejado de el papeleo.

Sus pensamientos seguían volviendo a la conversación que había tenido el día anterior con Orochimaru y el plan que le había propuesto. El Kazekage,  nunca fue una persona muy confiada, sin importar las circunstancias, pero ahora ante esta situación cada fibra de su ser le advirtió que Orochimaru NO era alguien en quien confiar, nunca.

Imagínese: Querer usar los próximos exámenes de asenso a Chunnin como encubrimiento de su plan para destruir Konohagakure No Sato. ¿No sabría que  que Sunagakure No Sato  estaba actualmente vinculada con ellos a través de un tratado de paz? ¿Qué pensaría el resto del mundo shinobi sobre Suna si rompieran el tratado de esa manera? Nunca más serían respaldados en confianza por un largo rato.

Pero, por otro lado, todo lo que el legendario sannin había dicho parecía tener mucho sentido. Suna estaba teniendo problemas de economía  actualmente porque ese daimyo imbécil se negaba a usar el propio poderío militar de Suna para sus misiones. Continuó impulsando empleos en Konoha como una forma de ahorrarse dinero. Pero si Konoha se hubiera rehusado a aceptar los trabajos del Daimyo del  Viento, lo dejaría sin otra alternativa que confiar en él los shinobis de Suna. Además, incluso del tratado que tenían con ellos, no es como si Konoha hubiera hecho algo beneficioso para Suna de todos modos.

Y, con Konoha fuera del camino, Orochimaru y Otogakure a su lado, Suna se convertiría en el pueblo más dominante de todas las tierras. Ningún otro país se atrevería a presentarse ante ellos con el tipo de alianza que  ambos formarían.

Suspiró, pasando su mano por su corto cabello. Orochimaru no había sido muy específico acerca de cómo iba a funcionar esta invasión, excepto por los pocos indicios sobre usar a  Gaara. Frunció el ceño, Gaara era casi imparable, pero no creía que su hijo y unos cuantos soldados más pudieran derribar la aldea shinobi mas fuerte de todas tan fácilmente. Tenía que haber algo más en el plan del Sannin Viperino... ¿Pero que era?

Un fuerte golpe en la puerta de su oficina hizo que su atención volviera al presente.

"¿Qué pasa cabrón :v?" el escupió 

" Kazekage-sama", respondió una voz desde detrás de la puerta cerrada. "Llego un mensajero de Konoha, solicita una audiencia con usted".

Sus ojos se estrecharon. No era alguien que creyera en cosas tan absurdas como el karma o el destino, pero el momento era demasiado conveniente para su gusto.

"Adelante, que pase ", dijo después de una breve pausa.

Las puertas se abrieron y entró un hombre de unos veintitantos años. A juzgar por la expresión, era evidente que el hombre sentía que simplemente estaba perdiendo el tiempo en estar aquí. Se puso rígidamente en una respetable reverencia antes de hablar.

"Perdona la inesperada llegada espero no interrumpir nada importante, Kazekage-sama", saludó. "He venido a usted por la voluntad de Lord Hokage-sama".

"Lo asumí", respondió el Kazekage con brusquedad, de ninguna manera pensaba llevar a cabo las formalidades en este momento. "Y que es tan urgente para que Sarutobi-dono recurra buscar mi ayuda".

El hombre suspiró, como si el mero esfuerzo de formar palabras se convirtiera en una carga para él. "Hace varios días, un niño huyó de nuestro pueblo: Uzumaki Naruto. El niño ha sido una gran molestia para nuestro pueblo desde hace muchos años, no tiene familia y no es un shinobi calificado, pero Hokage-sama ha tomado al niño bajo su proteccion. Me han enviado hoy para preguntarle si podría tener alguna información sobre el niño o posiblemente su paradero"