Conseguimos la Prehnita a un precio muy elevado...
Pero por lo menos podríamos salvar a la Luna, ¿Que caso tenia? Arthur ya era un joven como de 25 años, me preguntaba si aun teniendo su edad estaba interesado en salvar a la Luna.
¿Qué aremos ahora rey Arthur? Le pregunte a mi hijo.
<<Iremos a Nibirum, Padre>> respondió Arthur sin titubeos.
<<Nibirum el planeta de los guerreros más prodigiosos de todas las galaxias>>.- dijo Austri con asombro.
Si y tu vendrás con nosotros.- dijo Arthur a Austri... necesitare de tu gran fuerza para pelear.
Era la primera vez que veía preocupado a mi hijo por pelear.
Hijo, ¿Por qué tenemos que ir a ese planeta?- pregunte con deseos de despertar.
Tenemos que ir por una piedra más, la piedra Luna, los cosmos la llaman así, pues se dice que emana luz radiante semejante a la luna y tiene la misma energía pura que la luna.... Tenemos que juntar la Prehnita con la piedra luna para poder deshacer la maldición y derrotar al agujero negro.
Tomaremos un descanso dijo Austri. Iremos a mi casa.
Caminamos un largo tramo, mis pies ya se quejaban... ¿porque no nos tele transportamos?-Me pregunte.
En todo el camino, Arthur y Austri hablaban de la gran hazaña del rey, saltar para poder quitarle un ojo al gigante Astrial... Arthur ni siquiera voltio a verme.
Llegamos al fin a la casa de Austri, su casa era de rocas, encima tenia árboles, entramos y su casa era enorme, al fondo de su hogar había una especie de laguna, me acerque hasta aquel yacusi natural, el agua era templada.
<<Padre, nos vendría bien un baño no crees>>.- sugirió Arthur.
Austri dijo que no tenía ningún problema en que usáramos su "bañera".
Arthur y yo nos sumergimos...
Nos colocamos a la orilla con medio cuerpo sumergido, disfrutando del agua. <<Peleaste bien hijo>>.- le dije a Arthur. <<Luche como mi padre me ha enseñado a pelear por lo que se ama>> dijo Arthur con una sonrisa, dándome palmaditas en el hombro.
Supongo que no me abrasaría como lo aria de niño... un abrazo por unas palmaditas.
Austri se acercó con unos palos y prendió una fogata, de una mochila saco comida. <<Trajimos comida de Kepler>> dijo Arthur.
Salimos de la laguna, nos secamos y nos acercamos a la fogata.
Austri cómo es que un gigante como tu ¿puede tele transportarse y curar heridas con el bastón? ¿Qué clase de gigante eres?- pregunte por que realmente no había oído hablar de ellos...
Tu padre sí que es inteligente he Arthur.- dijo el gigante riéndose.
Fue por mi padre, un día salió a cazar a otros planetas, y en un planeta no muy lejos de aquí, se encontró con una mujer, de cabello largo y negro, ojos verdes, nariz perfecta, su piel era cálida, es todo lo bello que describen ustedes de su especie... mi padre se enamoró de esa mujer, pero no era cualquier mujer, era una diosa... ¿una diosa?- pregunto Arthur con asombro. Si una diosa.- continúo Austri, Y no cualquier diosa, era la diosa de la noche...NIX se solía llamarse...
¿Tu madre se llamaba Nix? Preguntamos Arthur y yo en una sola vos.
Si, ese nombre era propio para la diosa de la noche...
Mi padre y la diosa, se encontraban en medio de las constelaciones de orión, era su punto de encuentro siempre todas las noches, yo fui engendrado allí, por eso soy guerrero como el gigante orión, además herede algunos poderes de mi madre. Mi padre un gigante tonto y feo enamorado de una divinidad bella, Nix, mi madre.
Una noche cuando mi padre iba al encuentro de la diosa, como siempre solían hallarse, un maldito agujero negro se atravesó en el camino de mi padre... fue la última vez que se supo de mi padre. El agujero negro se lo trago enviándolo a otra galaxia.
Mi madre me contó todo esto antes de venir a dejarme a Nefilius, el planeta de mi padre y luego conocí un gigante que también era hijo de mi padre: Austro mi medio hermano, el me enseñó a pelear y yo le enseñe a curar con piedras mágicas de otros planetas, siempre andábamos juntos...
<< ¿Y tu madre? ¿La diosa? >>-pregunte. <<Desapareció>>.- respondió Austri. Quiero creer que fue al rescate de mi padre...
Lo que Austri no sabía, es que la diosa de la noche Nix, se le conocía por su gran placer de seducir a viajeros en la noche... lo más seguro era que ella estuviese buscando amantes, pues era una diosa y los dioses no necesitan de mortales inferiores.
Pasamos una noche allí en casa de austro, y decidimos que cuando el sol diera la vuelta completa al planeta Nefilius saldríamos al mundo de los guerreros más prodigiosos de todos los universos...
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KEPLER EL EXTRAÑO MUNDO DE LOS SUEÑOS
FantasiHistoria llena de fantasía, acompañen a peter y Arthur a este maravilloso viaje para salvar a la Luna de nuestra Galaxia.