El timbre sonó, sin embargo Dai ya había escuchado los pasos de alguien desde el exterior, así que suponiendo que era su invitado se levantó para abrirle justo cuando este tocara.
En un principio Jeon se asisto cuando la puerta se abrió de aquella manera tan repentina. No se esperaba que Blummer le fuera a abrir tan rápido pero mucho menos se esperaba su atuendo. Por lo menos esperaba que la chica tendría la decencia de vestir de buena manera sabiendo que tendría a alguien en casa.
Los ropajes de Blummer se resumían a una palabra: Vertedero.
Llevaba puesta una chaqueta exajeradamente grande de color gris, que contaba con una capucha y un gran bolsillo en el medio, tambien tenía puestos unos pantalones de cuadrados rojos negros y blancos que seguramente se le deslizaran por las caderas, cubiertas por la tela gris, debido a su exagerada talla. Sin duda el vestuario en cualquiera de las mujeres que habían estado en su cama le quedarían mas que increíble (al igual que ellas mismas), sin embargo Blummer no lucía como una de ellas. Se notaba la mezcla de razas en su cuerpo, y aún que cualquier persona se esperaría que de una Londoniense y un Coreano podrían dar lugar a un ángel en este caso no era así. Es verdad que sus rasgos eran exoticos, pero ahí se quedaba toda la magia.
Miró de reojo el interior del lugar, y también se sorprendió al ver el tamaño de su hogar. Por el edificio supuso que los apartamentos no deberían de ser de gran lujo, sin embargo eso parecía mas bien una ratonera. Desde su posición podía ver todo el pequeño salon, que comunicaba con lo que parecía ser un espacio cocina. También veía una puerta entreabierta donde se apreciaba la cama de la chica, y otra con el baño de apenas cuatro metros cuadrados, la otra abertura estaba cerrada. Todo el hogar estaba decorado con luce citas que iluminaban de un tono casi anaranjado el lugar y también podía ver una gran cantidad de macetas repartidas por el lugar dando un toque verde al espacio. Las paredes eran blancas, y el suelo de madera oscura.
El joven se quedó un poco confuso cuando comprobó que no había ninguna escalera que dirigiera a otro espacio, eso era todo.
-Pasa.
Jungkook lo hizo como lo pidió, quitándose antes los zapatos en la entrada. Como supuso estaba en lo cierto, todo lo que había visto desde la entrada era enteramente la casa. Que patetico, pensó en su interior.
-Es muy bonita.- dijo casi al unisolo con su subconsciente, que decía lo contrario.
-Gracias.- sonrió ella casi con orgullo.- la he decorado yo sola.
Jeon se movió por el salon hasta sentarse en el sofá, el salón estaba formado por un sofá, una especie de silla de mimbre que colgaba del techo por una fina cuerda, la pequeña televisión, una mesa de madera oscura con detalles dorados y varios estantes con libros o mapamundis de todos los tamaños
-¿Y tus padres?
-Están de viaje.- habló ella mientras se acercaba a la zona de la cocina para sacar el agua que estaba hirviendo en una hoya.
-¿Hasta cuando?
-No lo sé.
Jeon parpadeó un par de veces sin entender las palabras de la chica, de alguna manera odiaba esa forma que tenía ella que hacía que cada vez que hablase le hiciera sentir como un idiota que no entiende algo que debería ser obvio.
-Siempre están de viaje.- explicó al ver el silencio prolongado que se comenzaba a formar.- Les gusta tanto que nunca paran. - habló en un tono muy alejado de la amargura o el rencor, casi parecía orgullosa de ello.- Siempre me envían postales junto con alguna comida o objeto del lugar donde están. -Jungkook fue a responder con otra de sus mentiras, pero se perdió de nuevo en las diferentes decoraciones. -¿Quieres café?.
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LA DIFERENCIA (JJK and KTH)
FanficA Jeon Jungkook le gustaba su vida, ir de bar en bar con su grupo, pasar las noches en camas desconocidas, experimentar con nuevos productos que su proveedor le conseguía... ¿Por que a su amigo no? ¿Que había pasado para que el dejara atrás todo lo...