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Empecé a reírme cuando Namjoon dejó de hablar. Él también tenía una ligera sonrisa en su rostro, tal vez un poco avergonzado por lo que dijo.

Decidí tomar un poco de agua. Tenía bastante hambre, pero Namjoon había escogido mi comida. Él al ver que tenía hambre, me cedió un poco de vegetales frescos y fruncí la boca. —Quiero carne.

Le dije, pero él negó.

—Ya superaste los gramos que te indicaron. Toma, come un poco más de vegetales. —dijo dándome un poco más de su comida.

Fruncí la nariz. —Espero que tus futuros hijos sean alérgicos al brócoli en serio, es horrible y es lo único que me das.

No sé en qué momento habíamos entrado en esa confianza. Había sido tan solo una hora desde que había ingresado a su consultorio, pero tal vez fue porque ha sido el único, aparte de Ahreum, que realmente comprendía que no tenía nada.

Él río suavemente y bebió un poco de vino. Hasta en  eso me tenía que privar por un mes antes de volver al endocrinólogo. Lamí mis labios y bebí más agua.

—Ese día...—él empezó. —Bebías mucho vino.

—Amo el vino.

—Yo también. Podría beber una copa cada día si fuera posible, pero desgraciadamente no me da tiempo a veces con el consultorio. Por suerte aquí venden vino, aunque prácticamente la botella me la tienen guardada durante la semana para que cada vez que venga a almorzar me sirvan una copa, pero el sabor no es el mismo ¿Sabes? Es un poco más agrio de lo normal

—El vino helado y guardado es horrible. Es mejor tomarlo en su estado tibio y recién abierto. Es como si le quitaras el gas a una gaseosa, no te va a saber lo mismo.

—¡Exacto!

—¿Puedo probar un poco?

—No.

Fruncí la boca y él sonrió una vez más, ampliamente. —Cuando salgas de tu tratamiento tomemos un vino juntos ¿Te parece?

Ghostin + knj ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora