—Hay días buenos y días malos. Todavía no hemos encontrado un donante de médula ósea y el cordón umbilical fue algo en lo que no pensamos ya que cuando Paula nació, su madre murió y nadie estaba al tanto de esta situación.— Roman explicó con tristeza.
—¿Cuándo notaste que algo estaba mal?— Seth necesitaba saber.
—Fue gradual. Paula era una niña normal, bastante inquieta, pero poco a poco comenzó a sentirse deteriorada, aunque yo siempre estaba pendiente de su alimentación y de que tomara sus vitaminas. Luego comenzaron los mareos, vómitos, inapetencia y fiebre,— Roman y Seth estaban en un balcón cerca del comedor del hospital. Era obvio lo difícil que era para Roman explicar estas cosas. —La llevé al hospital y después de muchas pruebas de todo tipo, llegaron a la conclusión de que era leucemia. Hemos estado luchando durante más de dos años.
—Hablaré con mis padres y te juro que haré todo lo posible para ayudarte. Además, mi madre es una mujer sensible, sé que te ayudará. Seth estaba tratando de ser optimista.
—Mi deuda con el hospital es astronómica, igual que la de William Regal. Espero que realmente puedan ayudarnos a los dos,— Roman no quería aferrarse a falsas esperanzas.
Seth miró a Roman intensamente y le dio una pequeña sonrisa triste. Roman le devolvió la sonrisa y, por primera vez desde que se conocieron, Seth realmente pudo ver al hombre frente a él. Roman era ciertamente muy atractivo, algo que notó desde que lo vio salir del auto de sus primos. Pero ahora Roman se presentaba ante él bajo una nueva luz. El samoano era un hombre sensible que luchaba por su hija y eso era incluso más atractivo que su físico.
—Incluso si no lo consigues. Te estoy muy agradecido,— Roman lo abrazó con fuerza.
Seth se dejó envolver en el abrazo y se aferró a este hombre que apenas conocía. —Debemos ser positivos. Todo saldrá bien.
Seth le devolvió el abrazo a Roman y el abrazo duró mucho más de lo debido, pero ninguno de los dos pareció molesto por esto.
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—Es una gran cantidad de dinero,— Stephanie miró los documentos sobre la deuda de Roman en el hospital.
—Podemos hacer esto, Steph. Pero como dijiste que es una gran cantidad de dinero. Creo que Seth tendrá que ayudar,— Hunter observó atentamente los archivos de la niña que Seth estaba ansioso por ayudar.
—Papá estoy en la ruina, ¿recuerdas?— Seth les recordó.
—Pero estás sano, eres inteligente y puedes trabajar para conseguir esto,— Hunter sonrió a su hijo.
—¿Trabajar?— Seth tragó saliva.
—Sé que es una palabra extraña para ti, pero puedes hacerlo. Solo necesitas la motivación correcta y creo que la has encontrado,— dijo Hunter. —Mañana te levantarás temprano y estarás en la oficina a primera. Te diré en qué consistirá ese trabajo.
—¿Voy a ayudar a alguno de los gerentes? Papá, sabes que a muchos de ellos no les agrado porque dicen que soy perezoso y arrogante,— se quejó Seth.
—Aunque eres mi hijo y te quiero, debo aceptar que tienen razón. Además, Dios sabe que no estás preparado para ese tipo de trabajo. Comenzarás desde abajo,— Hunter palmeo la espalda de su hijo.
—De acuerdo con este archivo, el padre de la niña no tiene un trabajo permanente porque es viudo y obviamente el tratamiento y el tiempo no están de su lado para obtener un trabajo donde entiendan su situación,— dijo Stephanie, pensativa. —Quiero que lo llames y le digas que mañana debe estar en la oficina a primera hora, vamos a conseguir algo para él que se ajuste a sus necesidades.
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The Hardest Part of Letting Go [rolleigns]
FanficCOMPLETO. Seth es un niño rico y presumido que, como castigo por sus excesos, es enviado a hacer trabajo social en un hospital donde se encuentra con Roman y su hija (que tiene leucemia) y su perspectiva de la vida cambia completamente cuando se ena...