Roman se despertó sintiendo el cálido cuerpo del hombre que amaba a su lado. El samoano no podía creer que esto le estaba pasando. Todo era tan perfecto, Seth era sensible, cariñoso y divertido. Realmente amaba a Paula y la guinda del pastel: era muy guapo. Todo el miedo que Roman sentía de entregar su corazón a este hombre, salió por la ventana. Seth lo amaba y nunca lo lastimaría. Roman envolvió sus brazos alrededor de la cintura del hombre más joven y enterró su nariz en su cuello, emborrachándose con su olor.
Roman sonrió al recordar cómo Seth se había entregado a él, no solo una, sino tres veces la noche anterior. El rostro del hombre más joven en un gesto entre sexy y adorable mientras montaba su pene, estaba tatuado en su mente. Los suaves labios envolviendo en su virilidad mientras le hacía la mejor mamada que Roman había recibido en su vida. El bello rostro ligeramente sonrojado y la honestidad cruda en los ojos color chocolate de Seth cada vez que repetía te amo. Seth era un ángel y Roman lo iba a amar con locura.
Seth abrió sus ojos perezosamente. Al sentir los suaves besos en su cuello, esos besos le hacían cosquillas y al mismo tiempo endurecían su pene. La noche anterior fue tan maravillosa, tal como la había planeado, fue significativa, inolvidable y Seth no podía creer que fuera solo el comienzo. Tenían muchas cosas por vivir, el joven heredero estaba emocionado, todo esto era nuevo y hermoso.
—¿Dormiste bien?— Roman pregunto en su voz profunda.
—Hicimos el amor tres veces, lo suficiente como para tener una noche de sueño tranquilo.— Seth se rió.
—Quiero tomarte de nuevo.— Roman dijo llevando su mano a la dura longitud de su novio.
—No preguntes y toma lo que te pertenece,— gimió Seth.
Roman mordió el hombro de su novio y su mano acarició el duro pene, que ahora estaba lubricado con preseminal. Seth gimió sin parar y esos sonidos animaron a Roman aún más. El samoano alineó su dura virilidad en el firme trasero de Seth, frotándose contra la estrecha entrada.
Poco después, ambos gimieron mientras Roman empujaba una y otra vez en el lugar más íntimo de su amante. Y Roman golpeaba el punto dulce de Seth una y otra vez.
—Fóllame duro... uhmmm.
Seth arqueó la espalda y fue una imagen tan sexy que Roman dejó escapar un gruñido, un sonido que era una mezcla de posesividad y un deseo crudo.
—Te sientes tan bien, nunca he sentido este placer. Tan fuerte, tan bueno.
Roman aceleró la velocidad de sus empujes y su mano sobre la polla de Seth. Este encuentro estaba destinado a ser algo rápido, pero sería una experiencia muy placentera.
Seth movió sus caderas tan fuera de control, igualando los empujes de Roman. Roman se abalanzó sobre él con pasión y ambos gimieron incesantemente.
—Estoy tan cerca, Ro... voy a...
—Ven por mí, vamos Sethie.
—Te amo tanto ughh...— Y el cuerpo de Seth se estremeció en un poderoso orgasmo.
Roman sintió el calor de la semilla de Seth en su mano. Apretó su agarre en las caderas del hombre más joven y embistió un par de veces hasta que su cuerpo llegó al clímax, derramando su cálida esencia en Seth, quien todavía se estaba recuperando de ese gran orgasmo.
—Ahora sí estoy listo para comenzar un nuevo día,— dijo Roman, todavía jadeando.
Seth se rió. —Tomemos un baño y preparemos el desayuno para Paula.
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Ambos tomaron un baño y ahora estaban en la cocina preparando panqueques cuando escucharon a Dean gritar. Roman y Seth dejaron lo que estaban haciendo y fueron a la sala principal.
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The Hardest Part of Letting Go [rolleigns]
Fiksi PenggemarCOMPLETO. Seth es un niño rico y presumido que, como castigo por sus excesos, es enviado a hacer trabajo social en un hospital donde se encuentra con Roman y su hija (que tiene leucemia) y su perspectiva de la vida cambia completamente cuando se ena...