Cuando vi entrar a David por la puerta de la cocina, mi cara cambió completamente y rápidamente me escondí detrás de mi hermano.
-¿Qué hace esa aquí? -preguntó con desprecio.
Iba a decir algo, pero Alan se adelantó.
-Esa tiene nombre -dijo enfadado-, y tiene el mismo derecho que tú o más de estar aquí.
-Ella perdió el derecho de estar aquí cuando decidió marcharse hace casi nueve meses sin dar explicaciones -respondió con desprecio y luego me miró de arriba a bajo -, pero creo que ya todos sabemos porque se fue.
-Eres un ...
No pudo acabar porque yo lo interrumpí.
-Alan -dije poniendo mi mano en su hombro para que se tranquilizase-, déjalo, en verdad si fue un error aceptar volver aquí, pero tranquilo David que ya me voy.
Empecé a caminar hacia la puerta para irme, pero alguien me agarró de la muñeca para que me detuviese, me giré y era mi madre.
-No te marches por favor -pidió.
-Mamá, creo que no estaría bien que me quedase.
-Creo que tiene razón -dijo David-, si se marchó ya no puede regresar.
Yo rodé los ojos y abrí la boca para decir algo, pero mi madre habló antes que yo.
-Ella puede marcharse y volver todas las veces que haga falta, porque para algo es mi hija.
Él se acercó a mi madre y le acarició una mejilla.
-Cariño, ella solo es un problema, creo que es mejor que se marche y nos deje tranquilos. Si ella estos meses han sido perfectos.
Mis ojos se cristalizaron.
-Sabes una cosa -dijo mi madre con tono decidido-, si, puede que Elizabeth solo cause problemas, que sea muy impredecible y en desastre.
Hizo una pausa y prosiguió:
-Pero es mi hija y por lo tanto ella es mi problema y después de que se marchase, me he dado cuenta de que no me importa, porque repito, en Mi hija -dijo remarcando la palabra MI-, y estoy encantada de que haya vuelto y si no lo entiendes puede que el que tenga que irse seas tú y no ella.
-Mamá no creo que...
Otra vez no pude terminar de hablar, porque mi madre me interrumpió.
¿Por qué nadie me dejaba acabar de hablar hoy? - pensé.
-Elizabeth, yo no estoy bien y quiero estar contigo el tiempo que tenga.
-Está bien mamá, me quedaré pero antes tengo que hacer algo -dije.
Ella solo asintió y se giró hacia David.
- Elige -dijo él.
-No me hagas elegir porque sabes que aun con todo los problemas que ella puede traer consigo, la voy a elegir siempre a ella.
-Pues entonces está decidido, me voy.
Y acto seguido salió por la puerta dando un portazo.
-Mamá -dije llamando su atención-, no tenías porque hacer eso.
-Lo sé, pero ya no importa.
-Beth -me llamó mi hermano-, ¿estás bien?
-Si -respondí-, solo que ahora estoy bien, estoy contenta.
Me senté en una silla al lado de mi hermano, porque estaba bastante cansada y luego de unos momentos de silencio donde lo único que hacía mi madre era mirarme de arriba a bajo, dijo:
-Estás embarazada.
Yo cerré los ojos y respiré hondo.
-¿De cuánto estás? - quiso saber.
-De algo más de siete meses.
-¿Por eso te marchaste sin decir nada?
Solo asentí.
-¿Tú lo sabías Alan?
-Si mamá, fui la primera persona en enterarse -hizo una pausa y me miró-. Quería decírtelo, pero ella me pidió que no lo hiciese, lo siento.
-¿Estás enfadada mamá? - pregunté.
-No -dijo-, debería estar enfadada, pero no lo estoy aunque tampoco estoy orgullosa de ello.
Luego de decir eso se empezó a reír.
-En serio, debería estar enfadada, pero no puedo enfadarme ahora contigo, no cuando acabas de regresar.
Puso una mano en mi vientre y volvió a hablar.
-¿Qué es?
-No lo sé -dije mirando al suelo-, no teníamos dinero para pagar un médico por lo que no pude ir a uno.
Ella asintió.
-Has dicho "teníamos". ¿Hablas del padre?
Yo cada vez estaba más nerviosa por lo que pudiese pensar mi madre.
-No, no hablaba del padre, hablaba de Ander -dije.
Mi madre me miró sin comprender así que le aclaré:
-Mamá, Ander es con la persona que estuve viviendo todos estos meses, al principio era mi amigo, pero ahora es mi ... -respiré hondo-. Ahora él es mi pareja, ha sido muy bueno conmigo y ha cuidado de los dos.
-¿Lo quieres?
-Más que a nada en el mundo.
Ella asintió.
Estuvimos hablando por horas hasta que recordé que tenía que avisar a Ander de todo esto, pero no podía hacerlo yo.
-Alan -lo llamé-, ¿me harías un favor?
-¿Cuál?
-Necesito que llames a alguien por mi.
-¿Por qué no llamas tú? -quiso saber.
-Porque yo no puedo, cuando Diego y yo hicimos un trato, él me dijo que no podía decirle nada a Ander, que me tenía que marchar sin decirle nada, pero no puedo hacerlo, lo necesito.
-Está bien -dijo luego de un rato-, lo llamaré.
-Gracias, gracias, gracias -dije abrazándolo y dándole muchos besos.
Le dí el número y luego de un rato en el que él estuvo hablando por teléfono colgó y dijo:
-Viene en una hora, máximo dos, no te preocupes.
Yo asentí, salí al porche y me senté a esperar a que Ander llegase.
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Perfect Disaster (PAUSADA)
Teen FictionMi vida siempre ha ido de problema en problema, alcohol, drogas, sexo, fiestas, tipos que no me convienen, .... Me llamo Elizabeth Foster y esta es la historia de como gracias a mi mala cabeza terminé en uno de los mayores líos de mi vida, de esos...