Había pasado cinco mese desde que me había marchado de la casa de Ash, desde que había dejado todo y a todos atrás y desde que vivía con Ander en la caravana del bosque, mi vientre, ahora parecía que iba a explotar en cualquier momento, pero es normal ¿no?, estoy de siete meses casi ocho.
-¿En qué piensas? -preguntó Ander sacándome de mis pensamientos.
-En nada -dije-, ¿qué harás hoy?
-¿No te lo había dicho?
-¿El qué? -pregunté.
-Hoy no estaré en casa, me marcho hoy y no vuelvo hasta mañana casi por la noche -aclaró.
-Oh, mierda, es verdad.
-¿Y qué piensas hacer mientras no vuelvo?
-Pues no lo sé, supongo que hoy me acercaré a la ciudad, daré un paseo, ... esas cosas -dije levantándome de la cama.
-Te acercarás a verlos ¿verdad?
-Si, pero tranquilo, no me verán -dije triste-, nunca lo hacen.
Él se quedó cayado por una momento, pero luego decidió cambiar de tema.
-¿No tienes curiosidad por saber que es? -preguntó señalando mi abultada barriga.
Yo la miré, la acaricie y sonreí.
-Si, pero no tengo suficiente dinero para pagar un médico así que me aguantaré hasta que nazca, total solo quedan dos meses.
Sobre las doce de la mañana, Ander se fue y yo me quedé sola, estaba sentada en la cama mirando al techo cuando escuché que llamaban a la puerta, me levanté y fui a ver.
Cuando abrí, me quedé de piedra, en la puerta, parado mirándome estaba Diego, en cuanto lo vi, intenté cerrar la puerta, no quería saber nada de él, pero fue imposible porque el puso el pie y no me dejó.
-¿Qué quiere?- pregunté nerviosa.
-Me preguntaba porque Ander había dejado el grupo, pero ahora ya lo sé.
Fruncí el ceño, no sabía de que estaba hablando.
-¿No lo sabes? -preguntó-, tu noviecito dejo la banda hace casi un mes, llegó un día al bar y dijo que lo dejaba, sin dar explicaciones.
-¿Y por qué crees que yo tengo algo que ver? -pregunté con los brazos cruzados sobre mi vientre.
-Creo que es obvio -dijo señalando mi barriga-, que bajo ha caído.
Harta de su conversación dije:
-¿Querías algo o qué?
-Quería hablar con él, dile que salga.
-Él no está ahora -dije-, pero se lo diré cuando vuelva, o no.
-¿Sabes?, tengo una idea mejor -dijo-, ¿por qué no lo esperamos juntos?
Iba a decirle que no, pero no me dio tiempo ya que él me empujó, entro en la caravana como si de su casa se tratase y luego se sentó en un silla.
-Cuando dijo que lo dejaba, empecé a darle vueltas a cuales podría ser sus motivos y ninguno tenía sentido, hasta que me acordé de una chica, aquella que lo traía loco, pero que un día se fue sin dejar rastro, abandonó a su familia y al padre de su hijo y no se volvió a saber nada de ella, creo que la conoces muy bien -dijo-, ¿no es cierto?
Yo no decía nada, solo me dedicaba a escucharlo.
-Oh, desde luego que la conoces, porque eres tú. Puede que hayas intentado desaparecer, que nadie te haya encontrado, pero estoy seguro de que eso no durará mucho tiempo, porque todos sabemos que un perro siempre regresa a casa y lo mismo pasa con las perras como tú, no podrás aguantar mucho sabiendo que Ash, Jade y tu familia, nunca conocerán a tu pequeño monstruo, porque sabes que eso estaría mal y más cuando tu madre se está muriendo.
-¿No lo sabías? -preguntó riendo-, tu madre está muy mal, incluso han vuelto a su casa, todos ellos.
-Cierra la boca.
Una sonrisa, más grande que la anterior se formó en su rostro y luego dijo:
-Como doy por echo que el gilipollas de Ander no va a venir pronto, te ofrezco un trato.
-¿Qué te hace pensar que aceptaré cualquier cosa que venga de ti?
Él simplemente rió.
-El trato es muy simple, o regresas a casa esta misma tarde y te vas sin darle ningún tipo de explicación a Ander o voy yo y le cuanto a todo el mundo donde está, incluida a tu frágil madre, ¿cómo crees que le sentará eso?¿será bueno para su salud?
Hizo una pequeña pausa para mirarme.
-No, creo que no.
-¿Qué ganas tu con todo esto? -pregunté.
-La satisfacción de que te he hecho sufrir.
Durante un rato, ninguno dijo nada, yo rompí el silencio.
-Acepto, volveré a mi casa si eso es lo que quieres, pero no le hagas daño a Ander.
-Tenemos una trato, no le haré daño, pero tu no puedes romper el acuerdo, porque si no, adiós a Ander.
Cuando se fue, yo recogí mis cosas apresuradamente y salí corriendo de la caravana, pero me detuve de inmediato cuando vi a uno de los chicos de Diego fuera.
-Diego quiere que te lleve a tu casa, piensa que intentarás escapar, así que, sube al coche.
Subí al coche sin rechistar.
No tardamos mucho en llegar, yo me baje del coche, cogí mis cosas y me paré delante de la que una vez fue mi casa, pero que ahora no era más que mi infierno personal, escogido por Diego y del cual no podría salir.
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Perfect Disaster (PAUSADA)
Dla nastolatkówMi vida siempre ha ido de problema en problema, alcohol, drogas, sexo, fiestas, tipos que no me convienen, .... Me llamo Elizabeth Foster y esta es la historia de como gracias a mi mala cabeza terminé en uno de los mayores líos de mi vida, de esos...