Wild (Ed Sheeran y ___)

Nueva Vida

El sol alumbra sobre la verde pradera que observo por la ventana de mi habitación. Según el reloj ya son la 7:08 am, hora de irse a...la nueva vida. Bajo las rechillonas escaleras de mi antigua casa de madera, coloco la tetera en la estufa y enciendo la radio. Una canción pegadiza resuena haciéndome tararear al compás de la música mientras tomo el café caliente. Voy de un lado al otro buscando mis cosas mientras el perro me sigue. Y por último me doy una última mirada en el espejo para verificar si me veo bien con esta nueva ropa que me regaló mi hermana mayor hace un par de días atrás. Según ella, esto es lo que se usa en la ciudad. Pantalones ajustados, una blusa floreada, una chaqueta de cuero y un par de sandalias marrones. Si, lo admito, es bonito...pero no es mi estilo y tampoco sé que me podría poner en los días que siguen, no estoy para nada relacionada con la moda en la ciudades y mucho menos con la ciudad misma, la jungla de asfalto como la llamo yo por la famosa canción de Guns 'n' Roses.

Vivo en el medio del campo, totalmente alejada de la civilización, aquí he vivido desde que era una bebé hasta mis actuales veinte años de edad con mi familia que ahora sólo me acompaña sólo una pequeña parte. A espaldas de esta antigua casa hay un extenso bosque que amo con todos mis sentidos, me he criado en él, saltando sobre las ramas de los árboles y jugando con algunos amigos. Vivo solamente con mi abuela, mi madre y mi hermana viven en Nueva York, osea, del otro lado del océano Atlántico, las veo una vez al mes a través de una pantalla de computadora, es lo más efectivo. He estudiado desde muy pequeña en casa y trabajado en el zoológico de mi familia que no queda muy lejos de aquí, está en el corazón del bosque, camuflado entre los árboles. Dedico todo mi tiempo libre a ese zoológico si no estoy trepando en los árboles del bosque para tocar la guitarra, estoy cuidando a lo animales. En pocas palabras, prefiero a los animales a las personas.

"Fui al Zoológico con Bobby, suerte en tu primer día en la Universidad"

Dice la nota de mi abuela sobre la mesa.

Como bien dice la nota, por primera vez voy a ir a la Universidad, por primera vez voy a pisar un establecimiento escolar. Es una vida totalmente nueva para mi, ya que tengo que viajar durante cuarenta minutos todos los días hasta la ciudad de Londres. La ciudad, algo ajeno a mí. Es como si fuera un turista en un país extranjero, pero en realidad estoy a solamente cincuenta kilómetros de ese lugar. Voy a tener que acostumbrarme rápido a la idea, son tres años cursando veterinaria para poder llevar adelante el zoológico, así que...es hora de comenzar la nueva vida.

Me despido de mi fiel perro siberiano y cierro la puerta detrás mío.

-Bien...Aquí vamos- suspiro el aire puro de la mañana y comienzo a caminar con la mochila a mis espaldas.

El sendero por la pradera parece ser algo aburrido, lo único que veo es llanura y el sol a mi frente el cual hace que camine con ojos chinos. Me detengo y comienzo a pensar mirando los altos árboles a mi costado.

-No ___...tienes que llegar limpia al establecimiento, no quiero que piensen que eres una campesina mugrienta- me digo a mi misma y me muerdo el labio inferior- Aunque...puedo cortar camino por aquí hasta la parada del autobús.

Una sonrisa astuta se dibuja en mi rostro y sin pensarlo una vez más estoy corriendo entre medio de los árboles subiendo y bajando entre las grandes raíces que rompen el suelo y vuelven a salir hacia la superficie.

Esto es lo más hermoso que una persona puede apreciar, el sonido del viento moviendo las ojas, los pájaros cantando y el aroma puro a aire renovado de mañana.

Un ruido inusual de ramas moviéndose hacen que me detenga en seco y observe a mi alrededor levantando la cabeza. Tal vez era solamente un pájaro y sin importar continúo caminando. Unos segundos después el ruido me persigue entre los árboles haciendo crujir suavemente las ramas. Vuelvo a detener mi paso y sonrío sabiendo de que se trata. Me quito la mochila y saco un trozo de pan de mi almuerzo convirtiéndolo en migajas en la palma de mi mano. Luego de volver la mochila a su lugar me coloco de cluquillas esperando con la mano extendida frente a mi. Al mismísimo instante los ruidos se sienten aún más fuertes como si lo que me seguía hace un rato se acercara a mi y de uno de los árboles baja un pequeño individuo de cola larga.