Wild (Ed Sheeran y ___)

Visitas

-¡_____!- exclamo incorporándome en la cama totalmente sudado y sin noción del tiempo. Miro a mi alrededor agitado y luego dejo escapar un profundo suspiro aliviado, era solamente una pesadilla, no le ha sucedido nada a ___, hace rato vino a avisarme que acababa de llegar, no tengo de qué preocuparme.

Bajo los pies de la cama poniéndolos dentro de un par de pantuflas y me dirijo al refrigerador por un poco de agua sin antes revisar de que no hay nadie despierto. Estaba muy seguro de que ella seguiría despierta, pero no es así, ha decidido irse a dormir obedeciendo mis órdenes. Pero tengo ese maldito mal presentimiento que me ataca por las noches y quiero verla, verificar si está aquí, que no se ha ido y, sobretodo, que no la he vuelto a perder.

Cierro el refrigerador sin siquiera haber sacado algo y camino decidido hasta la puerta de su habitación, tomo el picaporte...y me niego a hacerlo. Sé que está allí durmiendo plácidamente, y no la quiero molestar. Tampoco voy a arriesgarme a que me vea así, con los brazos descubiertos mostrando los viejos tatuajes que llegan hasta mi muñeca. Suelto lentamente el picaporte y retrocedo aún con la vista en su puerta. Soy demasiado sobreprotector con ella, tengo que calmarme, no quiero que descubra quien realmente soy, he tenido mi verdadera personalidad bastante oculta durante todo estos meses, no voy a estropearlo.

"Confía en ella, sigue allí" me digo mientras apoyo mi espalda contra la pared y niego con mi cabeza cuando recuerdos de hace unos días chocan mi mente. "Quiero que sea feliz...pero su vida depende de ello" Respiro profundamente una vez más y doy un golpe a la pared tratando de evitar que mis pensamientos me lleven de vuelta a aquella escena, sin embargo no puedo y termino con la mirada en la nada.

*Días atrás*

Londres se pone pesado siempre que trato de ir a hacer las compras tranquilo, pero la gente decide salir siempre a esta hora y es el único momento que puedo aprovechar para salir. Tomé un taxi de vuelta a casa, eran muchas calles hasta el departamento y quería tener la cena lista antes de que Jack regresara de una práctica de polo, era su cumpleaños y lo menos que podía hacer por él era su plato favorito. Al no estar ___ para esa fecha, el se sentía un poco resentido, ella se ha convertido en una de las pocas personas en las que Jack se ha aferrado tanto, después de su madre. Haría lo que sea con tal de no decepcionarlo, después de todo se ha vuelto un buen muchacho, a decir verdad, siempre lo fue, pero nunca dejó al descubierto su verdadera personalidad.

Ninguna de las chicas se encontraba en el departamento para cuando llegué, casi nunca pasan tiempo aquí cuando ____ está en Brasil y la verdad es que aporta gran calma al lugar.

Llamaron a la puerta con un suave toque mientras rebanaba los champiñones y supuse que debía ser una de ellas, más específicamente Keya. Tiene ese tan característico golpe para llamar a la puerta. Sequé mis manos con un trapo y me dirigí lo antes posible a la puerta para que no se molestara en volver a tocar. Me hice a un lado para dejarla pasar sin fijarme si era ella quien estaba en el pasillo y me llevé una gran sorpresa al darme cuenta que le había abierto a la persona equivocada. Una suave sonrisa se dibujó en su rostro en cuanto me vio y supuse que esperaba encontrarse conmigo. Estaba agarrotado completamente, era la primera vez que no me preocupé por mirar por el ojo de la puerta y me sentí estúpido al haber cometido un gran error.

-No deberías estar aquí- me dirigí al pelirrojo con el poco aliento que me quedaba y cerré la puerta. Su astucia fue grande y antes de que la puerta se cerrara por completo un obstáculo me lo impidió: su pie.

-No vine hasta aquí en vano, señor-se dirigió sensato a mí y empujó la puerta para abrirla una vez más.

-Hablo en serio, no deberías estar aquí. No estoy tratando de proteger a ___, si no a ti. Si tanto aprecias tu vida, por favor vuelve por donde has venido-le instruí sin mirarlo a la cara.