Nothing like us❤️

Twin babies

El viento soltaba una brisa desolada... Las ciudades estaban así, desoladas.

Luego de todo lo que ocurrió con respecto al juego-muerte de Rose, se desató una línea muy numerosa de delincuentes.

Muchos secuestros se presentaron.

Muchos asesinatos se anunciaron.

Todo parecía una terrible pesadilla, todo parecía el infierno mismo.

El miedo era el más presente en las vidas de las personas.

Por esto es que Seoul parecía un desierto donde lo único que se oía era el vacío.

Pero... No todo dura para siempre.

¿Cierto?

{...}

Ocho meses después.

La ciudad volvió a ser la misma de antes, los autos se hacían oír con las bocinas y los ruidos característicos del motor.

Las voces y risas de felicidad de los niños volvía a renacer en aquellos parques que desolados dejaron de ser luego de que ocho meses pasaran después.

La policía pudo acabar con toda la masacre que estaban ocasionando algunos de los ciudadanos surcoreanos, quienes un porcentaje de ellos querían, otros se divertían y la mayoría sólo disfrutaban hacerlo.

Todo esto pudo acabar gracias a la intervención militar.

Posterior a esto, la paz y armonía en la ciudad volvieron a presenciarse cuando muchos creyeron que ya no iba a ser la misma de antes.

Ahora, todos felices y contentos estaban.

Sí, pero ¿Qué fue lo que pasó con Jimin y T/N?

- ¿No ha despertado aún?- preguntó el de ahora cabellos azules sentándose al lado de su pareja quien inmediatamente lo tomó de la cintura y lo sentó en su regazo.

- Eso es lo que nos preocupa ahora- contestó la rubia mirando tan fijamente la puerta en donde habían metido a una castaña hace meses atrás.

- ¿Creen que ella... Haya ido... Al más allá?- preguntó un temeroso pelirrojo ganándose la clavada de mirada en todos los presentes.

- ¡¿Cómo se te ocurre?!- se alteró el peli azul quien intentó ponerse en pie pero su pareja no se lo permitió.

Pensar en que su hermana había ido al más allá le alteraba todos los sentidos y hacía que su preocupación fuera más intensa.

Acompañada del enorme temor.

- Basta, Jinnie, no levantes la voz en un hospital- comentó de manera delicada y dulce porque sabía que esto le afectaba mucho a su chico, así que a sabiendas de esto le tomaba con firmeza la cintura para evitar que el mencionado se pusiese de pie.

- Vamos hyung, no pienses en eso justo en estos momentos, no lo veo prudente- añadió el de cabellos azabache acariciando los rubios hilos de la chica que tenía a un lado suyo.

- Ya, Tae, no empieces a imaginar cosas que no ocurrirán- trató de consolar a su pelirrojo el cual se encontraba cabizbajo.

No era su culpa.

TaeHyung podría ser mayor que Jungkook, pero eso no quería decir que el primero de ahora cabellos rojos pudiese temer con mayor frecuencia lo que le podía ocurrir a la castaña.